Kabul. Una viuda afgana ha sido ejecutada públicamente tras ser acusada de adulterio en el noroeste de Afganistán, denunció ayer la Comisión Afgana independiente de Derechos Humanos. Tanto esta organización como la Policía apuntan a los talibanes como autores de este macabro "ajusticiamiento", sin embargo, el grupo afgano ha desmentido "toda implicación" en la ejecución. La mujer, que estaba embarazada, fue obligada a abortar antes de recibir doscientos latigazos y ser ejecutada en público a tiros en el distrito de Qadis, situado en la provincia de Badghis (noroeste), señaló el jefe de Policía de ese distrito, Abdul Ghafoor. Según esa fuente, la asesinada mantenía una relación con un hombre con quien supuestamente pretendía casarse, pero éste la engañó y escapó a Irán.

Fue entonces cuando supuestamente un grupo talibán liderado por un mulá llamado Yusif arrestó a la viuda, a quien los insurgentes mantuvieron bajo custodia durante cuatro días, añadió Ghafoor. "Es una violación de los derechos humanos. Incluso de ser condenada, tenemos tribunales para tratar ese tipo de sucesos", afirmó la presidenta de la Comisión Afgana independiente de Derechos Humanos, Sima Samar. "Era una viuda. Los tribunales, en ese caso, no sentencian a muerte", agregó. Los talibanes recurrieron a lapidaciones públicas y latigazos para castigar el sexo extramatrimonial durante su estancia en el poder entre los años 1996 y 2001. Bajo el régimen radical islámico, los talibanes lapidaron y azotaron a los hallados culpables de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio. Casi nueve años después de la caída del régimen, el grupo sigue impartiendo "justicia" basada en su dura interpretación de las leyes islámicas en las áreas bajo su control. Los milicianos han matado en los últimos años a decenas de afganos, incluidas mujeres, tras acusarlos de espiar para el Gobierno respaldado por Occidente o para las fuerzas internacionales. Entre ellos, un niño de siete años, asesinado en la sureña provincia de Helmand en junio.