sto no es lo que parece, ni le he tocado, el rescate a la banca no nos va a costar ni un euro y estos no son los androides que estaban buscando. Miren que voy para dos décadas en este oficio, pero el caso es que no deja de pasmarme cómo algunos políticos se plantan ante sus ciudadanos para negar sin despeinarse lo evidente, cuando no a decir exactamente lo contrario que decían ayer. Imagino que a estas alturas todos hemos visto las imágenes de la vergonzante salida de los ocupantes estadounidenses de Afganistán. Y, al igual que sucedió en Saigón, también vimos cómo ciudadanos desesperados resbalaban de los helicópteros atestados a los que trataban de aferrabarse, estos para huir del terror talibán. El mismo que Estados Unidos puso como excusa para invadir el país. El mismo que antes había armado porque eran los freedom fighters en su lucha contra la URSS (¿recuerdan Rambo III?). Pero "esto no es Saigón", dicen. Pasmo. Los talibanes han ganado y "hay que hablar con ellos" -Josep Borrel, alto comisionado de la Unión Europea-. Escalofrío. Seguramente debería estar inmunizado ante estas maneras de quienes nos gobiernan. Pero ahora una nueva ola de ciudadanos nos pedirá asilo como hicimos nosotros antes. Y mucho me temo que volveré a quedarme pasmado, roto y desolado, ante su, nuestra, respuesta.