La crisis mundial desatada tras la aparición en la ciudad de Wuhan -en China central- del coronavirus bautizado por la OMS como Covid-19 está teniendo repercusiones que van incluso más allá de las meramente sanitarias y de gestión de la epidemia. El miedo a una pandemia de dimensiones globales, las lógicas precauciones para evitar los contagios, la búsqueda de tratamientos eficaces y para el desarrollo de una vacuna y determinados intereses políticos y económicos se entremezclan en esta emergencia sanitaria internacional, tal y como la ha declarado la Organización Mundial de la Salud. Desde el punto de vista estrictamente sanitario, China ha contabilizado ya más de 68.500 casos de personas infectadas por el Covid-19. Tras algunos caóticos cambios en este conteo por parte de las autoridades chinas, el número de nuevos casos ha descendido este pasado fin de semana, detectándose 2.009 el domingo. En cualquier caso, las víctimas mortales superan las 1.660, todas ellas en la China continental a excepción de cuatro fallecimientos en otros lugares del mundo: Japón, Filipinas, Hong Kong y Francia, la única muerte, de momento, fuera de Asia. La alarma, por tanto, en Europa y en el Estado español se circunscribiría, en principio, a la prevención y a la aprobación de protocolos ante la detección de posibles casos, como ya ha ocurrido. Por ello, situaciones como la anulación de la celebración del Mobile World Congress (MWV) que iba a tener lugar en Barcelona y que supone el mayor evento tecnológico a nivel mundial con una extraordinaria repercusión económica en la ciudad y en Catalunya, estimada en unos 500 millones de euros, suponen un exceso que no tiene sus razones en motivaciones sanitarias o médicas, sino que obedece a estrategias comerciales y económicas y tiene mucho que ver con el temor tanto de la organización GSMA como de las compañías multinacionales a indemnizaciones millonarias. La suspensión del MWC supone un mazazo económico para Barcelona pero también para las llamadas a la prudencia y a evitar el alarmismo y el miedo excesivo y totalmente infundado al coronavirus. El Covid-19 tendrá repercusiones económicas indudables a nivel global. Ya lo advirtió ayer el FMI -el crecimiento de la economía mundial sufrirá una rebaja de entre el 0,1 y el 0,2%- mientras el Eurogrupo analizará hoy el impacto previsto en la zona euro.