l arquitecto alemán Walter Gropius fundó en 1919 en Weimar la llamada Staatliche Bauhaus, la Casa de la Construcción Estatal y con ella un nuevo concepto de arquitectura, diseño, artesanía y arte. Su impronta creativa se extendió por toda Europa y dio forma a una manera de entender la obra artística. Ahora, de la mano de una idea expresada por Von der Leyen en la Eurocámara en su discurso sobre el estado de la UE, la Comisión Europea ha lanzado su propuesta de NBE Nueva Bauhaus Europea, un proyecto medioambiental, económico y cultural cuyo objetivo es combinar el diseño, la sostenibilidad, la accesibilidad, la asequibilidad y la inversión para contribuir al cumplimiento del Pacto Verde Europeo. Sus valores esenciales son, por tanto, la sostenibilidad, la estética y la inclusión. La finalidad de su fase de diseño es dar forma al concepto explorando ideas, detectando las necesidades y los retos más acuciantes y conectando a las partes interesadas.

En palabras de la propia presidenta de la Comisión, "la Nueva Bauhaus Europea es un proyecto de esperanza para buscar una forma de vivir mejor juntos tras la pandemia". Un desafío que trata de combinar la sostenibilidad con el diseño y que pretende acercar el Pacto Verde Europeo a las mentes y a los hogares. Para ello, se acude al talento de todo tipo de mentes creativas: diseñadores, artistas, científicos, arquitectos y otros ciudadanos. La realidad es que la iniciativa choca y sorprende viniendo del mundo funcionarial de Bruselas, habitualmente bastante ajeno a la creatividad artística. En todo caso, lo que se quiere es desarrollar un marco innovador que sustente, propicie y acelere la transformación ecológica, combinando estética con sostenibilidad. Al crear una pasarela entre el mundo del arte y la cultura, por un lado, y el de la ciencia y la tecnología, por otro, se quiere que participe toda la sociedad: nuestros artistas, nuestros estudiantes, nuestros arquitectos, nuestros ingenieros, nuestros profesores e investigadores y nuestros innovadores. En una palabra, se ha acudido al arte para cambiar de manera sistémica la forma de vida de los europeos.

La Comisión ha puesto en marcha una plataforma web donde artistas, diseñadores, ingenieros, científicos, empresarios, arquitectos, estudiantes y todas las personas que estén interesadas pueden compartir ejemplos de logros capaces de servir de fuente de inspiración para la Nueva Bauhaus Europea, sus ideas sobre cómo debe tomar forma y evolucionar esta corriente, y sus propias preocupaciones y retos. Las organizaciones que deseen implicarse más en él pueden convertirse en Socios de la Nueva Bauhaus Europea respondiendo a la convocatoria que aparece en el sitio web. En los próximos meses, la Comisión concederá premios a los ejemplos ya existentes de integración de los valores clave de la iniciativa que puedan estimular el debate sobre los lugares en los que vivimos y su transformación. Después en la fase de ejecución se organizarán cinco proyectos piloto para el diseño conjunto de nuevas soluciones sostenibles e integradoras con estilo. Y el objetivo de la tercera fase, la de difusión, será propagar las ideas y conceptos que definen la Nueva Bauhaus Europea a través de nuevos proyectos, creación de redes y puesta en común de conocimientos, tanto dentro como fuera de Europa.

El lanzamiento de esta ambiciosísima propuesta de Bruselas parte de la base de un concepto de belleza directamente vinculado a la sostenibilidad. Así, define lo bello como los espacios inclusivos y accesibles donde el diálogo entre diversas culturas, disciplinas, géneros y edades se convierte en una oportunidad para imaginar un lugar mejor para todos. También se inspira en una economía más inclusiva, donde la riqueza se distribuye y los espacios son asequibles. Busca soluciones sostenibles que crean un diálogo entre nuestro entorno construido y los ecosistemas del planeta. Quiere realizar enfoques regenerativos inspirados en ciclos naturales que reponen los recursos y protegen la biodiversidad. Lo bello es aquello que propicia experiencias enriquecedoras que responden a necesidades más allá de nuestra dimensión material, inspiradas en la creatividad, el arte y la cultura. En definitiva, significa apreciar la diversidad como una oportunidad para aprender unos de otros. El pensamiento debe ahora recoger el guante lanzado por los funcionarios europeos. Veremos si el arte se puede encerrar en una botella€