Extractos de mi diario post y preelectoral que cerraré el próximo 24 de julio, con los resultados de las elecciones en la mano, otra patada en la boca y varias úlceras nuevas y sangrantes en distintos órganos del alma. ¿Quejica y rencoroso? Sí, lo soy, pero no me tuerzas ni una línea, querido diario, o acabas en la hoguera.

Martes 6 de junio. El baile de los pactos post electorales ya está abierto. Postulantes y postulantas presidenciables o alcaldables remolonean alrededor de la pista buscando a sus parejas más convenientes, particularmente los del PP y Vox. Problema: los bailarines de Abascal, sea por torpeza o mala fe, son muy de pisar a su pareja, lo que causa recelo entre las filas del PP y las de sus podólogos. Por otra parte, aunque no menos destacable, al PP lo que realmente le gusta es bailar solo, si bien esto se le da fatal por carecer de caderas (o por exceso de ellas, no lo tengo del todo claro).

Martes 13 de junio. Inasequible a supersticiones, Pedro Sánchez se pone en modo Travolta y salta bajo los focos. Yolanda Díaz parece hacerle ojitos, pero sigue dirigiendo su conga por el lado izquierdo de la pista y que sea lo que Dios quiera y Jalisco no te rajes.

Martes 20 de junio. María Guardiola, lideresa del PP extremeño, revienta uno de sus Manolos con una patada en la mesa y jura por los cojones de Pizarro no pactar con Vox, amenazando con forzar elecciones anticipadas. Añade, otrosí, una cuestión de principios para no admitir en el Gobierno "a los que niegan la violencia machista y a los que deshumanizan a los inmigrantes". Pero es que la pava también llega, va y se opone a eliminar las subvenciones a los sindicatos. Corro a la farmacia a comprar pastillas contra los ataques de estupor. A ver si me he perdido algo…

Viernes 23 de junio. El PP saca el abrillantador de muebles y niquela el sillón de la Presidencia de la Mesa de las Cortes de Aragón para Marta Fernández (Vox). Una mujer que niega inflexiblemente el cambio climático, el coronavirus y la violencia machista. Y no abomina de la Ley de la Gravedad por si alguien le solicita que lo demuestre saltando desde un ático. Por supuesto, ella misma ha arrasado sus perfiles en Instagram y Twitter, pero quedan para los anales del mal rollo perlas como su leve aproximación a la condición de la mujer en España a lo largo de la Historia: "Las feministas sois las nietas de los cristianos que echaron a los moros de la Península para que pudierais pasear en tetas por la calle". Y arriba España y olé.

Señor, no lo merezco, pero llévame pronto lejos de tanta estulticia… No seas cabrón.

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