Saludos, cabo Romerales
Al hilo del tremendo escándalo por las escuchas telefónicas a políticos catalanes y vascos, el portavoz en el Congreso de EAJ-PNV, Aitor Esteban, recupera una respuesta del año 2017 al entonces vicepresidente del gobierno, Pablo Iglesias. En ella, interpela al líder de Podemos acerca de la seguridad de que sus comunicaciones no están siendo espiadas por los aparatos del Estado. La duda sobre esta cuestión le lleva a afirmar que "siempre saludo al sargento Povedilla y al cabo Romerales cuando hablo por teléfono, por si las moscas". Visto el resultado de las últimas filtraciones, no iba nada desencaminado el diputado jeltzale.
Las visitas de Pedro Sánchez
El activista saharaui, Taleb Alisalem, comparte en Twitter una interesante reflexión acerca de las recientes visitas realizadas por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. "Solo Sánchez es capaz de visitar Kiev y decir que condena la ocupación ilegal y (€) al mismo tiempo visitar Rabat y decir que apoya la ocupación ilegal y que lo mejor para el pueblo del Sahara es vivir bajo la represión marroquí". No dudamos que el cambio de rumbo sobre los derechos del pueblo saharaui le pasará factura, no conseguirá jamás un consenso parlamentario tan amplio, aunque en este caso sea en su contra.
Entre lo malo y lo peor
La vicepresidenta del gobierno de Sánchez, Yolanda Díaz, en una de sus últimas declaraciones afirma, en relación a las elecciones francesas, que "el futuro no pasa por tener que elegir entre lo malo y lo peor". Trasladado al contexto de la política española, desde Euskadi se vislumbra un horizonte sin perspectiva de cambio, siendo la constante precisamente esa, elegir entre lo malo y lo peor. Como hemos visto, los escándalos salpican algunas actuaciones de los responsables de un ejecutivo fracturado y con dos socios mal avenidos. Sin embargo, si miramos al otro lado de la bancada, el panorama se torna espeluznante.
El piso de Rubiales
Enésimo capítulo de la picaresca relacionada con la Federación Española de Futbol, con su presidente, Luis Rubiales, a la cabeza. Por si no tenía bastante el máximo mandatario de la institución con sus ingresos variables, engordados con los tejemanejes de la supercopa, se le suma ahora el alquiler de su vivienda. Su modesta morada, con un coste de 3.100 euros al mes, fue sufragada con los ingresos de la Federación. Con toda lógica se contempla que cualquiera que ocupe ese cargo se le abonen los gastos de vivienda, siempre y cuando su domicilio habitual esté fuera de la capital. Imagínense ustedes donde estaba censado el cuco Rubiales.
Redes tras la muerte
Las redes sociales son una herramienta que nos permiten mantener infinidad de contactos, relaciones e interacciones con otros personas. Sin embargo, tras un fallecimiento parece carecer de sentido mantener abierto este canal de comunicación. Hay quien ha visto en estos luctuosos momentos una oportunidad de negocio y ofrece servicios de borrado de la huella digital de cualquier allegado que hay pasado a mejor vida. Aunque también existe la posibilidad de ser más previsor, conviene nombrar un albacea digital que gestione el futuro de esos espacios virtuales, pudiendo eliminarlos o convertirlos en cuentas conmemorativas.