cada día que pasa es más evidente. Ni estamos para mantener un gobierno en funciones que no funciona ni podemos permitirnos el lujo de mantener a un presidente que utiliza los viajes oficiales en beneficio propio o a ministros que retuercen sus discursos sin importarles los daños que puedan causar al sistema. Rajoy trató de desprestigiar en Europa las negociaciones que se están llevando a cabo para formar un nuevo gobierno adelantándole a Cameron -de tal manera que todos se enterasen- que habrá nuevas elecciones en junio. Lo dijo en una reunión oficial de la que intentó aprovecharse a la que fue gastándose nuestro dinero. Me imagino que en los presupuestos no está contemplado que un político pueda tirar de caja para sufragar su propia campaña electoral. Y supongo también que el ministro de Interior es uno de los encargados de asegurar nuestros derechos, entre ellos el cumplimiento de la legalidad y la separación de poderes. Si es cierto, como afirmó Fernández Díaz, que ETA da palmas según quién mande y que los jueces están cebándose con la corrupción del PP en base a no sé qué oscuros intereses, no entiendo qué pinta ahí uno de los máximos responsables de que se respete y garantice la independencia judicial. O quizá lo que pretenda es tapar su mierda con un tupido velo.