Entre las enfermedades hematológicas se encuentran el mieloma múltiple, los linfomas y las leucemias agudas, todas ellas patologías que pueden requerir un trasplante de médula, y aunque el número de donantes altruistas españoles ha aumentado a lo largo de los últimos años, sigue siendo fundamental hacer campañas informativas para que el número crezca. Sobre ello hablamos con Anna Sureda, presidenta del Grupo Español de Trasplantes y presidenta de la Sociedad Europea de Trasplantes.

PERSONAL

Lugar de nacimiento: Barcelona.

Estudios: Realizó la carrera de Hematología y la residencia en Madrid. Después volvió a Barcelona para trabajar en el Hospital de San Pau, donde estuvo cerca de 20 años.

Carrera profesional: Formación en Cambridge y en el Instituto Catalán de Oncología de Hospitalet. Desde hace siete años es jefa de Servicio de Hematología del centro catalán.

Cargos: Es presidenta del Grupo Español de Trasplantes y presidenta también de la Sociedad Europea de Trasplantes.

Publicaciones: Cuenta con numerosos trabajos publicados en revistas especializadas nacionales e internacionales.

¿Cuáles son las afecciones de médulas más importante?

Las enfermedades hematológicas no son muy frecuentes. Probablemente las patologías más importantes sean el mieloma múltiple, los linfomas y las leucemias agudas. El trasplante es un procedimiento terapéutico que puede estar indicado en todas estas enfermedades, pero no en el mismo momento de la enfermedad. 

En el caso de linfomas y mielomas, ¿qué trasplante es el más usado? 

Hay otras enfermedades en donde el trasplante más frecuentemente utilizado es el autólogo, con células del propio individuo. Este es el caso de los linfomas y de los mielomas. En el mieloma, también en pacientes jóvenes, el trasplante autólogo lo usamos para mejorar la respuesta a la primera línea de tratamiento. En los linfomas, normalmente, el trasplante que se plantea también es el autólogo. Se realizan en pacientes que han fracasado en tratamiento de primera línea o se les ha dado y no han respondido bien, o si han recaído posteriormente en esa segunda línea de tratamiento le prescribimos el trasplante.

"En global, se desconoce la causa de las enfermedades hematológicas”

¿Cuál es el perfil del paciente?

Puede ser muy variado, porque en el momento actual la edad puede ser un criterio de exclusión para el trasplante, pero a veces, contemplamos no únicamente la edad cronológica del paciente, sino su edad biológica, porque puede haber un paciente joven con muchas enfermedades asociadas y pacientes más mayores que no tenga ninguna patología.  

¿Y los donantes?

Sí hay unos criterios de inclusión y de exclusión que dependen un poco del tipo de donante. Hay varios, el primero que buscamos es que el paciente tenga algún hermano compatible, porque es el familiar que tiene más posibilidades de ser el donante adecuado con el paciente. Si no tiene ese hermano, entonces buscamos lo que llamamos donantes no emparentados, que son donantes altruistas que se han dado de alta en algunos de estos registros internacionales de donantes de médula ósea. 

Utilizan también los llamados donantes haploidéticos. ¿Quiénes son?

Son donantes familiares que comparten la mitad del sistema HLA, que es el sistema que miramos para ver la histocompatibilidad entre donante y receptor con el paciente. Los haploidénticos son normalmente familiares: los padres, los hijos y a lo mejor también algún familiar lejano.

Sureda, en una conferencia.

¿Qué pacientes tienen mejor pronóstico?

El trasplante evidentemente no cura al cien por cien de los pacientes trasplantados. El motivo más importante por el que hay pacientes que no se curan es porque hay veces que la enfermedad reaparece tras el trasplante. Y el otro, es que el paciente fallezca por la toxicidad de la terapia, que es lo que nosotros llamamos mortalidad relacionada con el procedimiento. El pronóstico depende de un conglomerado de factores. 

En el Estado, ¿cómo están este tipo de donaciones y trasplantes?

Si uno mira los registros que hace el Grupo Europeo de Trasplantes en sus publicaciones anuales, y si hablamos de trasplante autólogo, España está entre los países más trasplantadores en Europa; si hablamos del alogénico, hay algún país europeo que reporta un mayor número, pero estamos en el segundo escalón. Si hablamos por Comunidades Autónomas, los pacientes trasplantados en España dependen de cada territorio. Tenemos muchos centros de Trasplante, tanto autólogo, como alogénico, como de donante familiar o no emparentado, pero hay Comunidades donde no hay centros de Trasplantes y los pacientes deben trasladarse a la más cercana para hacérselo. La tasa de trasplantes por cien mil habitantes y por año depende de cada Comunidad.

¿Hay miedo a donar porque es doloroso y peligroso para el donante? 

No hay nada que sea inocuo en esta vida, ni siquiera tomarse una aspirina. Eso hay que tenerlo en cuenta. Evidentemente, de algún sitio hay que recoger las células al donante. Hace muchos años, la mayor parte de las donaciones de progenitores hematopoyéticos se hacían con una extracción de médula. De cara al donante esto suponía un ingreso hospitalario de dos días, con anestesia local, general o epidural. Se sacaba sangre medular de las células celiacas, que son los huesos que están en la cadera, tanto las anteriores como las posteriores, para conseguir un volumen determinado. Estas eran las células que después infundíamos al paciente en cuestión. Desde mediados de los 90, en lugar de utilizar médula ósea, se empezaron a usar progenitores hematopoyéticos recogidos de la sangre periférica que, también en condiciones normales, tiene poquitos y debemos estimular la médula ósea para que libere progenitores a la sangre periférica en grandes cantidades. Esto lo recogemos con una máquina de aféresis, que es como si fuera una máquina de diálisis, que extrae la sangre del donante por un catéter para que circule dentro de la máquina y se separen las capas de células progenitoras, para después devolverle al donante el resto de la sangre. 

"No todos los pacientes hematológicos son candidatos a un trasplante”

¿El procedimiento se hace ambulatoriamente?

Sí, se realiza en circuito cerrado estéril, por supuesto, y se lleva a cabo ambulatoriamente con una o dos sesiones. Se hace una al día y en días consecutivos, y el donante. No es un proceso doloroso, aunque sí tedioso, porque son unas cuantas horas conectado a una máquina. Es un procedimiento muy seguro, aunque siempre puede surgir alguna complicación, pero la optimización de células de sangre periférica para el donante supone una serie de ventajas porque es un proceso ambulatorio, no necesita ingresar, ni anestesia. Para el paciente también supone algunas ventajas, porque la recuperación después del trasplante es más rápida cuando se utiliza sangre periférica. Evidentemente, una persona que desconoce cómo es una donación siempre puede tener miedo a lo desconocido, pero realmente España es un país en donde se trabaja muchísimo y bien en donación de progenitores hematopoyéticos. Tenemos un número muy importante de donantes. 

¿Cómo animaría a donar? ¿Hacen falta más campañas en las escuelas, desde las instituciones y en los medios de comunicación? 

Las campañas suelen tener buena respuesta. Creo que es muy importante hacer campañas para donación, para que la gente, si cumple los criterios de inclusión, se haga donante altruista de progenitores hematopoyéticos, porque no todo el mundo lo puede ser al haber una serie de criterios determinados.

¿Qué tipo de criterios?

Las personas por encima de los 40 años no pueden ser donantes no emparentados; puedes donar a tu hermano, pero no te cogerán como donante en alguno de los registros. Pero, en cualquier caso, es importante hacer campaña, explicar que todo el que pueda se haga donante. Otra cosa que hay que tener en cuenta es que las campañas tienen que ser globales. Las focalizadas a un paciente determinado, como ha ocurrido alguna vez, son complejas porque a cada uno de los donantes hay que estudiarles, hacerles una analítica completa, serologías víricas... Estas campañas masivas específicas para una situación determinada comportan una serie de dificultades. Pero sí, evidentemente hay que animar para que la gente, con toda la información y pudiendo preguntar todo lo que quiera y entendiendo bien el procedimiento, se haga donante de progenitores hematopoyéticos para poder trasplantar eventualmente a un paciente que lo necesite, tanto sea en España como fuera.

¿La leucemia es genética?

No. La mayor parte de las enfermedades hematológicas no tienen un carácter hereditario. Sí es verdad que en algunas situaciones determinadas se ha visto que hay más casos de los que tocaría en una familia concreta, pero en la mayoría de estas dolencias no hay un comportamiento genético. No son enfermedades infecciosas que uno pueda transmitir a sus hijos o que un hijo pueda transmitir a los padres. Sí que hay una serie de causas externas que potencialmente pueden desencadenarlo.

¿Qué causas?

Las radiaciones, la quimioterapia previa por otros motivos. Pero realmente casi nunca sabemos por qué a un paciente le aparece una enfermedad hematológica y no a su vecino. En global, se desconoce la causa de las enfermedades hematológicas.

¿Habrá un día en que no haya necesidad de un trasplante de médula porque se pueda editar la corrección genética que produce la leucemia? 

No. La mayor parte de las enfermedades hematológicas no son enfermedades hereditarias. Con lo cual, en este caso no es cuestión de hacer una manipulación genética al embrión durante un embarazo como se propugnan en otras situaciones, porque no son enfermedades que se heredan. Idealmente, el trasplante tiene sus complicaciones y toxicidades, tanto tempranas como tardías, pacientes que fallecen en el procedimiento, con lo cual deberíamos trabajar en estrategias terapéuticas que tengan la capacidad de curar y que vayan más dirigidas a la enfermedad y no tengan tantos efectos secundarios. Pero de momento, a pesar de todos los nuevos fármacos que existen, hay muchas enfermedades hematológicas y el número de trasplantes en global en Europa, tanto autógenos como alogénicos, sigue aumentando año tras año.