Desaparecidos es su primera serie en televisión, aunque lleva muchos años trabajando como actriz. Se había presentado a casting y pruebas, pero nunca había tenido las oportunidad de trabajar delante de las cámaras. Ni siquiera había hecho un papel capitular cuando le dijeron que iba a estar en el elenco principal de Desaparecidos, la serie que lidera Juan Echanove. Ella es mujer de teatro, un medio que le apasiona y que no está dispuesta a dejar por nada del mundo, pero que sí quiere combinar con un universo nuevo que ha descubierto en la televisión. “La serie 7 vidas me tenía muy enganchada. Me gustaba tanto lo que hacían los actores, que yo también lo quería hacer”, reconoce sin pudor.

Personal

Edad: 35 años.

Lugar de nacimiento: Málaga.

Inicios: Tras quedar fascinada por la serie 7 vidas, en un curso de verano descubrió a Tennessee Williams, Lorca, Jean Cocteau, Strindberg... Era muy joven, pero no hubo nada que hacer, quería ser actriz. 

Trayectoria: Tras un año en Londres, se afinca en Madrid y comienza a introducirse en el mundo de la interpretación. En 2018, con la obra 

El auto de los inocentes, que dirige José Carlos Plaza, abrió la temporada del Teatro de la Comedia, y a finales de este año, llegó Desaparecidos, serie que le ha dado popularidad y donde interpreta a una de las especialistas en personas desaparecidas.

Hasta ahora nunca había hecho televisión...

No, y he tenido la suerte de empezar en una serie como esta, Desaparecidos. Cuando me salió el casting estaba haciendo una obra de teatro con José Antonio Plaza y estábamos a punto de estrenar en el Teatro de la Comedia. Salió esta prueba como antes habían salido otras, sin más.

Así que fue sin grandes expectativas, ¿no?

Siempre tienes la ilusión de dar con la tecla y que te cojan, pero somos muchas y muchos los que aspiramos a un papel. Cuando hice este casting no sabía realmente para qué personaje iba lo que yo estaba haciendo. Me llamó Carmen Utrilla, la directora de las pruebas, y me dijo: Hay una serie de policías y me gustaría presentarte como opción.

¿Una sorpresa, su elección?

Y que lo digas. Haces la prueba que sea y luego sigues con tu vida. Cuando me llamaron para decirme que estaba en la serie, yo flipaba. ¿Cómo que estoy dentro? Les dije. No me lo creía. Me dijo que era una serie muy coral, comenzó a hablarme de mis compañeros y me di cuenta de que iba a estar en el grupo de los protagonistas.

¿Y?

Flipé y aluciné. Date cuenta de que era mi primer trabajo en televisión. Pensaba en un papelito pequeño, pero no. ¡Hostias! Entré un poco por la puerta grande. Imagínate, lo que no esperas, vaya. No he sido la típica actriz que ha ido haciendo capitulares, que la conocen y la llaman para un personaje mayor. No, al revés. Tengo que decir que no es lo común.

Pues tiene que dar cierto vértigo ese aterrizaje tan repentino.

Claro. Fue un momento de felicidad absoluta. Tenía muchísimas ganas de entrar en un proyecto de estas características. ¡Y quién no! Pero de repente también te das cuenta de las exigencias y de la responsabilidad que tienes. Así que sí sientes el vértigo que te da el querer hacer un trabajo bien hecho, qué menos.

¿Y cómo se consigue superar esa presión en un primer trabajo de responsabilidad en un medio que no se conoce bien?

Desconectando y pensando que estás allí para hacer un trabajo para el que te has estado preparando durante años. Puedo decir que esas sensaciones me duraron un par de días. Me acuerdo de que empecé grabando con Elvira Mínguez y me preguntó qué tal estaba. Le dije que muy nerviosa. Ella se reía y me decía que no me preocupara, que seguro que me salía muy bien. Después todo encajó y empecé a sentirme cómoda.

Es una apasionada del teatro, pero en televisión ha encontrado otra forma de dar salida a su pasión.

Es una apasionada del teatro, pero en televisión ha encontrado otra forma de dar salida a su pasión. Vico Vang

Lleva tiempo trabajando como actriz. ¿Por qué nunca había tenido la oportunidad de trabajar en televisión?

Pues realmente, no la había tenido. Había hecho pruebas, pero no había tenido la ocasión de que me llamaran para hacer ningún personaje, ni siquiera para hacer algún capítulo suelto.

Confiesa que es actriz gracias a que veía 7 vidas.

Era muy pequeña, y en esos momentos las series se daban una vez a la semana. Todos nos reuníamos en la cena para ver el capítulo que tocaba. Aún recuerdo cada vez que veía uno de los capítulos de esta serie en Telecinco, que para mí era el gran momento de la semana. La verdad, veía 7 vidas con muchísima emoción.

¿Por qué le atraía tanto esa comedia tan loca?

Eso es, era tan loca... En casa veíamos mucho cine y series. Esta era sitcom, incluso en la cabecera aparecía el público. Creo que era la primera vez que ese formato se hacía en España y era como teatro grabado. Yo no había visto esa fórmula de humor. Era pequeña, pero había muchas cosas que me llamaban la atención, por ejemplo, cómo trabajaban los actores.

Vamos, que le hubiera gustado estar dentro del guion de 7 vidas.

Claro que sí. Está claro que yo entonces no sabía muy bien lo que quería ser, pero algo me llamaba de lo que estaba viendo. Me atraía más que otras series o películas que hubiera visto antes. Me parecían tan naturales todos los personajes... Además, me parecía muy cercana la historia, era algo que todos podíamos entender.

Bastante disparatada para ser real y darse en la vida cotidiana, ¿no le parece?

Algunas situaciones sí, pero eran vecinos, todos eran amigos. Llegaba la prima del pueblo y todos la acogían con cariño. Se peleaban, luego se abrazaban, era gente que se quería. Contaban cosas que pasaban. No sé por qué 7 vidas acaparó tanto mi atención, pero sí puedo decir que mientras duró allí estuve yo todas las semanas, como un clavo. No me la perdía por nada del mundo, así que decidí que yo iba a estar en televisión, aunque haya tardado en llegar.

Y en su casa le dejaron tan ricamente ser actriz y no le dijeron que hiciera una carrera de provecho, que es lo que suelen decir los padres.

Bueno. Un día íbamos en el coche mi madre y yo, y me dijo: ¿Has pensado algo para el día de mañana? ¿Qué te gustaría ser de mayor? Entonces yo empecé a hablarle de la serie que tanto me gustaba y me contestó: Entonces, lo que tú quieres es ser actriz.

Vaya fácil, ¿no?

Ja, ja, ja... Ella lo entendió a la primera. Le pregunté si se podía estudiar. Me dijo que era una carrera en serio. No sé si era porque aún quedaba tiempo para que yo tomara decisiones, pero a ella le pareció bien que quisiera ser actriz. De hecho, mi madre me ayudó a buscar cursos de teatro. No hubo problemas, fue como muy sencillo, aunque ella luego me ha comentado que cuando estaba ya acabando el Bachiller e iba a hacer las pruebas de Arte Dramático se dijo: Hostias, que esto es de verdad. ¿Qué te parece?

Muy natural todo, ¿no?

Sí. Supongo que miedos habría, pero como en todos los trabajos. Los padres siempre quieren que a sus hijos les vaya bien. Eso y que sean felices. Es lo que siempre se dice.

Y usted es muy feliz. ¿Le van bien las cosas? ¿Ha podido vivir holgadamente del trabajo de actriz?

¡Qué va! Eso es para unos pocos. He trabajado en muchísimas cosas, he sido muchas veces camarera, he dado desayunos, almuerzos y cenas, he puesto copas... También he trabajado vendiendo perfumes en el aeropuerto. Tengo muchos amigos actores que nos encontrábamos trabajando en el aeropuerto. Necesitábamos trabajar, teníamos que vivir en Madrid y pagarnos los cursos de Interpretación.

¿Le ha llegado más ofertas para televisión después de Desaparecidos?

Sí. Es que hay un cambio en el panorama de una actriz cuando empiezas a hacer televisión.

Porque la visibilidad es mayor.

Es lo que tiene la televisión, que te ve mucha más gente. No solo espectadores, que eso es lo más importante; también gente que está metida en el negocio, en la televisión, en el cine o en el teatro. Es cierto que se empiezan a fijar más en ti. Te llaman para más pruebas, te ofrecen más posibilidades... Sí, que puede haber posibilidades y sí que he notado que se tiene un conocimiento mayor sobre mi persona.

Y se cobra más en televisión que en teatro, ¿no?

Por supuesto. Está mejor pagado. Pero yo sigo amando mucho el teatro. Es con lo que he vivido hasta ahora.