Tres palestinos murieron y 30 resultaron heridos hoy en enfrentamientos con el Ejército israelí en el campo de refugiados de la ciudad de Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada, un bastión de la resistencia armada palestina donde las fuerzas israelíes hicieron una redada militar y usaron también un dron.

Según el Ministerio de Sanidad palestino, tres personas murieron y unas 30 resultaron heridas de bala -entre ellas varias en estado crítico- que fueron evacuadas para recibir atención médica, tras fuertes disturbios con las tropas, que atacaron a su vez con un aparato aéreo no tripulado en una incursión que duró en torno a una hora y que dio comienzo cuando ya había oscurecido.

Según medios, los choques empezaron cuando palestinos del campo identificaron a una unidad encubierta israelí, tras lo que entraron las tropas, lo que derivó en fuertes enfrentamientos entre soldados y milicianos locales, entre los que este año ganaron peso las llamadas Brigadas de Yenín, grupo armado que actúa de forma autónoma y aglutina también a miembros de otras milicias palestinas.

El brazo armado del grupo islamista Hamás, las Brigadas al Qasam, aseguraron en un comunicado que estaban confrontando con las tropas entre las estrechas calles del campo de Yenín, uno de los mayores de Cisjordania ocupada.

El Ejército israelí confirmó que sus fuerzas operaban en la zona y el Ministerio de Defensa de Israel informó de que su titular, Yoav Gallant, estaba siguiendo de primera mano la operación, orientada "a tomar las medidas necesarias para frustrar actividades terroristas".

Este año, esta ciudad palestina ha sido el punto con mayor nivel violencia del conflicto palestino-israelí, que este 2023 vive su año más mortífero desde inicios de los 2000 y que se ha saldado ya con más de 190 palestinos muertos entre Cisjordania e Israel, así como 32 personas fallecidas del lado israelí.

Entre el 3 y 4 de julio pasados, las fuerzas israelíes hicieron la ofensiva militar de mayor dimensión desde la Segunda Intifada (2000-2005) en el campo de refugiados de Yenín, que se saldó con 12 milicianos palestinos y un soldado israelí muertos.

La operación se hizo para asestar un fuerte golpe a las Brigadas de Yenín, incluyó también ataques con drones y causó una importante destrucción material en viviendas e infraestructuras del campo.