El canciller alemán, Olaf Scholz, apeló hoy a China a ejercer "su influencia" sobre Rusia para poder poner fin a "la brutal agresión" lanzada por Moscú contra Ucrania que comenzó hace ya casi ocho meses, y ha apelado así a la "responsabilidad" del gigante asiático con la paz.

Durante su visita a China, Scholz ha aprovechado para reunirse con el jefe de Estado y el primer ministro saliente del país, Li Keqiang, con los que ha abordado los desafíos actuales para la política internacional.

Así, ha señalado que China es "un gran país" y ha hecho hincapié en que las partes consideran la retórica rusa sobre el uso de armas nucleares "inaceptable". Scholz ha defendido a su vez la visita y ha indicado que es "correcto estar en Pekín".

La estancia del canciller en Pekín se ha reducido a menos de 12 horas y ha incluido una reunión con el presidente chino, Xi Jinping.

En una comparecencia ante los medios, sin turno de preguntas y junto a Li Keqiang, el líder alemán advirtió asimismo de que todo "cambio de statu quo" para Taiwan solo puede ocurrir "por la vía pacífica y el diálogo".

En relación con la guerra en Ucrania, Scholz instó asimismo al presidente ruso, Vladímir Putin, a "garantizar el mantenimiento del acuerdo" para el transporte de cereales a través del Mar Negro y recordó la importancia que tienen estos envíos para el mundo.

Xi, por su parte, ha resaltado la importancia de que dos "potencias influyentes" trabajen de forma conjunta con "respeto" en "tiempos de cambio y caos". El mandatario chino ha instado a la "cooperación" para lograr una mejora de las relaciones a pesar de las críticas vertidas desde Occidente.

En la que ha supuesto la primera visita de Scholz al país como canciller alemán, Xi ha aseverado que el encuentro permitirá a los dos países "profundizar la cooperación" en diversos campos, según informaciones del diario 'South China Morning Post'.

Scholz admitió el jueves que la guerra en Ucrania ha cambiado las relaciones internacionales, pero afirmó que, "incluso en estas circunstancias, China sigue siendo un importante socio comercial y de negocios para Alemania y Europa. "No queremos desvincularnos de ella (...) pero tampoco no podemos depender", destacó entonces.

Tras valorar la importancia de las relaciones bilaterales con China, el líder alemán afirmó haber abordado con sus interlocutores del gigante asiático la defensa de los derechos humanos que, dijo, son "universales" y destinados especialmente a proteger a las minorías.

La visita de Scholz a China ha estado envuelta en fuertes controversias, tanto en su propio país como entre algunos de sus aliados internacionales, por considerarse una señal errónea de cara a la necesaria reducción de cualquier tipo de dependencia, como la generada en materia energética con Rusia. Además, también ha provocado un aumento de la tensión a medida que los políticos occidentales abogan por adoptar medidas económicas en relación con el modelo chino. Por otro lado, el viaje ha producido expectación dado que es el primer líder del G7 en visitar el país desde que estalló la pandemia de coronavirus.

Alemania no quiere "desacoplarse" de China

El canciller alemán señaló hoy durante su encuentro en Pekín con el presidente chino, Xi Jinping, que "Alemania apoya la globalización y se opone al desacoplamiento", según un comunicado de la Cancillería del gigante asiático que recoge las declaraciones del líder europeo durante esa reunión.

"Alemania apoya firmemente la liberación del comercio y la globalización, y se opone al desacoplamiento. Queremos seguir profundizando la relación económica y la cooperación comercial con China", indicó Scholz durante su reunión hoy con Xi en el Gran Palacio del Pueblo en Pekín, según la versión ofrecida por el Ministerio de Exteriores chino.

Scholz agregó que el país asiático está jugando "un papel importante" a la hora de lidiar con asuntos como el cambio climático, la protección de la biodiversidad, la lucha contra la pandemia de la covid o la respuesta a la crisis alimentaria.

"La situación internacional es grave y compleja, y Europa afronta nuevos desafíos sin precedentes. Alemania espera trabajar con China, coordinarse con China y comunicarse con China para mantener la paz y la seguridad regional y mundial", aseveró Scholz, de acuerdo al comunicado.

El canciller alemán, Olaf Scholz (izq.), junto al presidente chino, Xi Jinping (der.). DPA

Scholz también reconoció que China es "un socio económico y comercial importante" para Alemania y para Europa: "Apoyamos que empresas de los dos países inviertan y cooperen con el otro lado. También estamos dispuestos a hablar con el lado chino en aquellos asuntos en los que ambas partes tienen puntos de vista inconsistentes", arguyó.

"El mundo tiene que ser multipolar y el papel y la influencia de los países emergentes necesita atención. Alemania se opone a la confrontación, y los políticos deben responsabilizarse de esto. Alemania busca jugar el papel que debe para promover el desarrollo de las relaciones entre China y la Unión Europea", agregó.

Desigual acceso al mercado entre China y la UE

Scholz, criticó el desigual acceso al mercado entre China y la Unión Europea, al tiempo que expresó su preocupación por las aspiraciones autárquicas de ese país.

El canciller alemán subrayó que "en los últimos tiempos el comercio con China se ha vuelto más difícil para Alemania".

"Esto se refiere al acceso al mercado, muy abierto por parte europea, mientras China excluye muchos sectores. Esto se refiere a la protección de la propiedad intelectual y también a la interrupción de relaciones político-económicas", afirmó.