Taiwán comenzó ayer maniobras de guerra para probar su capacidad defensiva frente a China, que lleva casi una semana desplegando músculo militar en torno a la isla en represalia por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.

El gigante asiático desplegó en siete zonas alrededor de Taiwán unos inéditos ejercicios castrenses con fuego real y lanzamiento de misiles el pasado 4 de agosto, un día después del viaje de Pelosi, y aunque debían finalizar el pasado domingo las ha prolongado ya tres días más.

El Ejército Popular de Liberación (EPL, Ejército chino) anunció ayer que seguirá con las maniobras, centradas durante la jornada del martes en “contención y operaciones de seguridad conjuntas”.

SIN FECHA DE CONCLUSIÓN

Las Fuerzas Armadas chinas han empleado comunicados publicados en la red social Weibo –equivalente a Twitter, censurado en el país– para anunciar diariamente sus movimientos, de los cuales por ahora no ha desvelado fecha de finalización.

La Administración de Seguridad Marítima de China emitió ayer además un aviso que restringe durante tres días la entrada en las aguas orientales de la isla de Nansan, en el Mar de China Meridional, por prácticas con fuego real.

El Ministerio taiwanés de Defensa denunció que hasta las 17.00 horas de ayer 45 aviones y una decena de embarcaciones militares del Ejército chino llevaron a cabo maniobras en torno a la isla y que 16 aeronaves de combate cruzaron la línea media del Estrecho de Formosa.

La línea media del Estrecho es una frontera no oficial pero que hasta ahora siempre ha sido tácitamente respetada por Taipéi y Pekín, por lo que el hecho de que aviones y barcos militares chinos la hayan traspasado de forma constante en los últimos días ha sido considerado por analistas conocedores de la región como una clara escalada de la presión de China sobre la isla autogobernada.

TAIWÁN SE PREPARA

En respuesta a los ejercicios chinos, Taiwán inició también ayer ejercicios militares con fuego real para poner a prueba su capacidad defensiva frente a una hipotética invasión por parte de China y los repetirá el jueves.

Las pruebas anuales de artillería pesada se llevaron a cabo en el campo de Fenggang, un área de entrenamiento de costa en Fenggang y en el que las fuerzas de la isla simularon el modo de combate defensivo con el cual las fuerzas taiwanesas buscarían bloquear un avance enemigo en el mar.

El ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, afirmó ayer que las maniobras militares chinas son “una provocación irrazonable” y que el viaje de Pelosi “es solo una excusa para China”.

“China está tratando de convertir el Estrecho de Taiwán en un mar interior, negando el statu quo de que es una vía fluvial internacional, afectando el derecho de la comunidad internacional a la libertad de navegación”, denunció el ministro. Wu apeló a los países que “aman la libertad y la democracia” a que trabajen con Taiwán para enfrentar las “acciones y métodos de China”.

Nancy Pelosi, por su parte, defendió ayer que su viaje a Taiwán “ha merecido la pena” y cuestionó la respuesta de China, a cuyo presidente acusó de actuar “como un matón asustado”. – E.P.

La protagonista: Pelosi se defiende de las críticas

Frente a las críticas. “Lo que China está haciendo es lo que suele hacer”, dijo ayer Pelosi saliendo al paso de las críticas recibidas por un viaje realizado al margen de la Administración de Joe Biden y que, a ojos de Pekín, resultó una “provocación”.

Satisfecha con el apoyo. La tercera mayor autoridad de EEUU aseguró haber recibido un apoyo “abrumador” por parte de los dos principales partidos. Para Pelosi, Xi ha reaccionado así a la visita por “sus propias inseguridades”. China reivindica como parte de su territorio Taiwán, que de facto funciona como país independiente.