- La misión de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) denunció ayer el acoso y las detenciones arbitrarias a las que el Gobierno talibán somete a los periodistas en Afganistán, después de que varios de ellos fueran arrestados la semana pasada, y pidió la liberación de los que aún siguen presos.

“Continúa el acoso y la violencia contra periodistas en Afganistán. La UNAMA reitera su llamado a los talibanes para que liberen a todos los trabajadores de los medios detenidos y pongan fin a las medidas draconianas, incluidas las detenciones arbitrarias y las amenazas contra periodistas y la prensa”, advirtió la misión de la ONU en Twitter.

La UNAMA replicó así a la condena de la oficina asiática del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, en inglés), que pidió investigar la detención de un periodista afgano y de su conductor mientras cubrían una protesta de mujeres el domingo, y el arresto de otros dos periodistas el 24 de mayo, que continúan aparentemente bajo custodia policial.

El periodista afgano Roman Karimi fue detenido el pasado domingo cuando se dirigía a cubrir una protesta de mujeres en Kabul contra el aumento de la pobreza y el desempleo en Afganistán. “La inteligencia talibán me arrestó y me torturó a pesar de que mostré mi carnet de identidad y les dije que soy periodista, pero me advirtieron que me torturarían más”, reveló Karimi.

Las detenciones de periodistas en Afganistán por cubrir temas “muy delicados”, según los fundamentalistas, son habituales, y han propiciado reuniones entre la Asociación de Periodistas Independientes de Afganistán (AIJA) y funcionarios del Gobierno talibán

La llegada al poder de los talibanes el pasado 15 de agosto supuso un duro impacto para la libertad de expresión. Según un informe publicado el pasado diciembre por Reporteros Sin Fronteras (RSF) en colaboración con AIJA, desde el regreso de los islamistas más de 230 medios de comunicación cerraron en el país y 6.400 periodistas perdieron su empleo.