- El primer ministro de Israel, Naftali Benet, celebró ayer el ataque de Estados Unidos contra el líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Abu Ibrahim al Quraishi, que murió junto a otras doce personas en el noroeste de Siria. “El mundo es un lugar más seguro ahora que el líder de EI ha sido eliminado”, declaró Benet por Twitter, donde felicitó a EE.UU. y a “los valientes soldados estadounidenses por ejecutar esta audaz operación”. A su vez, el jefe de Gobierno instó a “continuar la lucha mundial contra el terrorismo con fuerza y determinación”, tras la muerte de Al Quraishi.

Idlib, la región donde se desarrollaron los hechos, está dominada principalmente por el Organismo de Liberación del Levante, en la que se incluye la exfilial siria de Al Qaeda, antes denominada Frente al Nusra, y acoge también otras milicias.

La operación de ayer se produjo pocos días después de que de que finalizase en Al Hasaka, en el noreste de Siria, un motín con ayuda externa en una cárcel del EI que se saldó con casi medio millar de muertos y es considerada la mayor acción del grupo fundamentalista desde su derrota hace tres años.

La coalición internacional liderada por EEUU que lucha contra el EI en Siria e Irak apoyó durante el alzamiento en la prisión a sus aliados kurdosirios, que administran esta prisión y amplias zonas del noreste de Siria.

En este contexto, Países Bajos recogió ayer a cinco mujeres de nacionalidad neerlandesa y 11 hijos suyos del campo de detención de Al Roj, en el noreste de Siria, donde se encuentran las familias de los combatientes yihadistas del grupo terrorista Estado Islámico (EI).

El Gobierno explicó al Parlamento que “después de un cuidadoso proceso de preparación, en el que se tuvieron en cuenta todos los hechos relevantes y las circunstancias complejas, el gabinete vio una oportunidad de trasladarlas con una operación especial”. Las mujeres serán trasladadas a su llegada a Países Bajos a una prisión, previsiblemente a Zwolle, única unidad de detención terrorista.