Viena. Más de 10.000 personas murieron entre 2014 y 2017 en naufragios cuando trataban de cruzar el Mediterráneo, lo que convierte a esta ruta en la más peligrosa del mundo para los emigrantes irregulares, según el informe "Estudio global del tráfico de migrantes" publicado hoy por la ONU en Viena.
El reporte, elaborado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), indica que 8.189 personas murieron en todo el mundo en 2016 mientras trataban de llegar de forma irregular a otro país, y casi la mitad de esas muertes -3.832- se registraron en el Mediterráneo.
En 2017 se contabilizaron casi 6.200 muertes y, de nuevo, alrededor de la mitad se contabilizaron en el Mediterráneo.
"Entre las diferentes rutas marítimas, la mediterránea es la más letal, con más de 10.000 muertes de migrantes desde 2014", indica el documento.
Estas cifras sólo incluyen las muertes que se han podido documentar, por lo que la ONU advierte de que puede haber muchas más de las que ni siquiera se haya tenido noticia.
La inmensa mayoría de las víctimas -el 91 %- se producen en el Mediterráneo central, en la zona que va desde las costas de Libia hasta Italia.
La ONU explica que debido a que el viaje es más largo en esta zona, también es más peligroso, en comparación con otras áreas del Mediterráneo.
"Un viaje típico a lo largo de esta ruta puede tener 300 kilómetros de largo, en comparación con unos 30 kilómetros entre la costa turca y algunas islas griegas, o la costa norte de Marruecos y España", indica el estudio.
"Esto significa que hay una gran cantidad de personas que están expuestas durante mucho tiempo a los riesgos de alta mar", agrega.
El segundo motivo para el elevado número de muertes en esta zona es "el comportamiento despiadado de los contrabandistas activos a lo largo de esta ruta".
"Con escasa consideración por la seguridad de los migrantes, organizan viajes en embarcaciones a menudo innavegables, atestadas e inadecuadas, durante épocas en las que las condiciones climáticas son malas", indica el documento.
El informe recuerda que los viajes en barco suelen ser experiencias traumáticas para los migrantes, debido a las malas condiciones de las embarcaciones y que, en algunas ocasiones, los traficantes ponen en peligro la vida de los pasajeros.
"Los migrantes pueden ser empujados por la borda a decenas o cientos de metros de las costas para permitir que los traficantes eviten la detección por parte de las autoridades", recuerda el informe.
"Para los inmigrantes que no pueden nadar, esta práctica puede ser mortal", agrega.
"Otra práctica muy conocida utilizada por los contrabandistas es sabotear los buques para forzar las intervenciones de rescate de los guardacostas una vez que las embarcaciones se encuentran en las zonas marítimas competencia del país de destino", concluye la ONUDD.