Beirut - La ofensiva de Turquía y de facciones rebeldes sirias pro-Ankara no se detendrá en el enclave kurdosirio de Afrín, de donde han huido más de 98.000 personas, según la ONU, y se ampliará a otras partes del norte del país árabe en poder de las milicias kurdas. Así lo declaró ayer el comandante de una de las facciones insurgentes sirias que colaboran con las fuerzas armadas turcas, el coronel Ahmad Ozman, dirigente de la Brigada Sultán Murad, perteneciente al opositor Ejército Libre Sirio (ELS). “Tras la limpieza de Afrín y los pueblos de sus alrededores iremos hacia el este en dirección de Manbech”, adelantó el coronel Ozman, cuya formación está integrada por milicianos turcomanos, una minoría que habla turco.

Las tropas turcas y los rebeldes sirios tomaron el domingo la ciudad de Afrín, en la región homónima del noroeste de la provincia siria de Alepo y a unos 114 kilómetros al oeste de la zona de Manbech, dominada por las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por milicias kurdas y apoyada por Estados Unidos.

Turquía y sus aliados iniciaron el pasado 20 de enero una ofensiva en el enclave de Afrín, que estaba controlado por la milicia kurdosiria Unidades de Protección del Pueblo (YPG), el componente más importante de las FSD. El coronel Ozman aseguró que actualmente casi toda la región de Afrín está en poder de las facciones del ELS y las fuerzas turcas. “Todavía hay algunos combates leves cerca de la ciudad de Afrín, donde hay algunos grupos del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) que están ofreciendo resistencia, pero creo que en breve acabaremos con ellos para comenzar la siguiente batalla”, indicó. Ankara considera terroristas a las YPG por sus vínculos con el PKK, la guerrilla kurda activa en su territorio. El comandante rebelde subrayó que no hubo enfrentamientos en la urbe de Afrín porque las YPG se habían retirado antes de que irrumpieran. Tras esta victoria, las únicas áreas que quedan son algunos pueblos dominados por las fuerzas kurdas. - S. Samhan