Londres - El Reino Unido aguarda impaciente a que Theresa May se convierta hoy en primera ministra, a que se haga público quién formará parte de su gabinete y a que se ponga en marcha la negociación con Bruselas de la salida de la Unión Europea.
Ministra del Interior desde 2010, May tomará el relevo del primer ministro, David Cameron, cuando éste cumpla con las formalidades. Es decir, asistir a su última sesión en el Parlamento británico y presentar a primera hora de la tarde de hoy su dimisión a la Reina Isabel II de Inglaterra.
La llegada de May se produce mucho antes de lo esperado, pues el plan original pasaba por una carrera de nueve semanas hasta que se decidiese el liderazgo conservador en septiembre. Sin embargo, su rival Andrea Leadsom se retiró el lunes, lo que provocó una aceleración exprés de su toma de posesión.
La conservadora se ha comprometido a hacer del Brexit un éxito. Así, repite hasta la saciedad la frase “Brexit significa Brexit”, con la que pretende relajar al ala del partido que ve con malos ojos que sea ella finalmente la elegida como líder. Para ellos, el futuro primer ministro tenía que haber sido del bando ganador del referéndum del 23 de junio.
Mientras tanto, el Parlamento británico hizo público ayer que la Cámara de los Comunes debatirá el 5 de septiembre la posibilidad de celebrar un nuevo referéndum, dando así respuesta a una petición histórica firmada por más de cuatro millones de ciudadanos. Los firmantes consideran que el referéndum debe repetirse, ya que la victoria no fue con un porcentaje del 60%, ni con una participación del 75%.
En este sentido, la Comisión de Peticiones explicó que el debate dará respuesta al “gran número de firmantes”, pero dejando claro que esto no implica que la cámara baja apoye la celebración de un segundo referéndum sobre la membresía de la UE.
mudanza exprés Mientras, Cameron presidió ayer la última reunión de su gabinete. El ministro de Cultura, John Whittingdale, describió la reunión como “muy emotiva”, añadiendo que no había “tristeza” por la salida del primer ministro.
Minutos más tarde, la secretaria de Estado de Negocios, Anna Soubry, destacó el legado “increíblemente importante” de Cameron, con reformas como la legalización del matrimonio gay. “Él es optimista y positivo” sobre el futuro del Reino Unido, insistió Soubry.
Por su parte, el hasta ahora responsable de Salud, Jeremy Hunt, explicó cómo hubo “homenajes maravillosos” a Cameron encabezados por la propia May y el responsable de Hacienda y mano derecha, George Osborne. “Había un sentimiento en el gabinete de gran orgullo por lo que David Cameron ha logrado en los últimos seis años. La tristeza de alguna manera ha terminado, tal vez mucho más rápido de lo que la gente piensa”, declaró Hunt.
“También hay una enorme gratitud por lo que se logró para el país y la forma en que ha cambiado el partido conservador”, explicó Hunt, quien será difícil que repita como ministro en el mandato de May debido a su desastrosa actuación para frenar la huelga de los médicos que afecta a la sanidad británica desde hace meses.
May fue de las últimas en salir de la reunión y se produjo una curiosa escena, de una futura primera ministra indecisa sobre si girar a la izquierda o a la derecha. La política buscaba su coche oficial, pero muchos lo interpretaron como una metáfora de la situación en la que se encuentra Reino Unido, con la clase política en plena crisis y el país sin rumbo tras la victoria del Brexit.
En Downing Street, la residencia oficial del primer ministro, también se dio otra imagen curiosa. Fue cuando llegaron los camiones azules de la mudanza para sacar las posesiones de la familia Cameron. A toda carrera sacaban un lío de cajas de cartón y demás enseres. Quedaba así claro que la salida del primer ministro del famoso número 10 de la calle era inminente y que no cumplirá sus cinco años de un segundo mandato, ganado en las urnas con mayoría absoluta.
El que es seguro que sí se queda es el gato Larry, uno de los rostros más mediáticos de los cámaras de Downing Street. Llegó en 2011 desde una protectora de animales para la caza a ratas y ratones. Muchos creían que se iría junto a Cameron y su familia, pero no será así. “Es el gato de un funcionario, no de los Cameron. Se queda”, dejó claro un portavoz.
y nuevo gabinete may El ex ministro conservador Ken Clarke, quien apoyó a May en las primarias conservadoras, describió a la nueva líder como capaz de “equilibrar el partido” a través de sus nombramientos de gabinete, la que será su primera prueba de fuego. “Ella tiene un verdadero dilema para conseguir unir a las alas enfrentadas del partido. Va a combinar sus fuertes opiniones personales acerca de quién quiere trabajar, con el deseo de llevar al partido juntos”, dejó claro Clarke.
Por su parte, la ministra conservadora para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, se mostró segura de que May “recurrirá al talento de todo el partido parlamentario”. Así, cree que conseguirá un equilibro entre los partidarios de seguir en la UE y los del Brexit.
Se espera que hoy anuncie la remodelación del Gobierno con cambios en las carteras, recompensando a sus aliados que la apoyaron para llegar al puesto de primera ministra, pero manteniendo un equilibrio con los partidarios del Brexit. A la par, tendrá que encontrar espacio para algunas caras nuevas y al mismo tiempo mantener un núcleo con experiencia para las complicadas negociaciones con Bruselas.
Hace días, en un acto defendiendo que sería una buena primera ministra, May puso sobre la mesa la idea de crear un nuevo ministerio que se hará cargo del día a día de la negociación con el bloque común. Todas las quinielas apuntan a que éste tendría que ser liderado por un Brexiter. Quizás, Chris Grayling, quien actuó como jefe de campaña de May.
Por su parte, Liam Fox, otro partidario de la salida, también tiene la esperanza de conseguir un trabajo a las órdenes de May, a quien apoyó cuando cayó en la primera votación de las primarias conservadoras. Lo mismo ocurre con Andrea Leadsom, su contrincante hasta hace un par de días. Pero por el momento, no está claro si serán recompensados con un papel destacado.
El que sí parece seguro que estará como ministro de Hacienda es Philip Hammond, actual Ministro de Asuntos Exteriores y uno de sus mayores apoyos. En ese sentido, es muy probable que cambie posiciones con George Osborne, criticado por sus presupuestos de austeridad durante el gobierno de Cameron.
Y el otro gran dilema pasa por saber si figuras tan mediáticas del partido conservador y caídas en desgracia durante el referéndum, como Michael Gove y Boris Johnson, van a quedarse.