buenos aires - El fiscal argentino Alberto Nisman estaba arrodillado cuando recibió el tiro que le mató, según las conclusiones de los peritos contratados por la querellante y exmujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado en la causa que investiga su muerte, reveló ayer el diario La Nación. A partir de fotografías, vídeos y visitas a la vivienda de Nisman donde fue hallado muerto el 18 de enero, los peritos de la querella dedujeron que Nisman estaba frente a la bañera y “probablemente” tenía a “un atacante ubicado detrás”, unas conclusiones que contradicen las del peritaje oficial y fueron cuestionadas ayer por el Gobierno.

Los expertos contratados por la exmujer de Nisman aseguraron haber descubierto manchas “lavadas” en el grifo y el lavadero del baño del fiscal. Además, sostuvieron que la ausencia de restos de pólvora en la mano derecha de Nisman se debía a que hubiese algo tapándola, como un “objeto o una mano”.

Estas conclusiones difieren de las de la autopsia oficial, que rechazaron la participación de terceras personas en el deceso del fiscal. Por el contrario, Arroyo Salgado sostuvo en una conferencia de prensa donde presentó el informe de los peritos de la querella que Nisman no se suicidó, lo mataron.

La fiscal a cargo de la investigación, Viviana Fein, ha convocado a los peritos y evalúa solicitar una Junta Médica tras interrogarlos. El jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, declaró ayer a la prensa que la causa que investiga la muerte de Nisman “se encuentra en un juzgado de instrucción, con las pericias hechas por miembros del cuerpo médico forense que depende de la Corte Suprema y de acuerdo a los protocolos vigentes” y aseguró que “los demás son informes de peritos contratados”.

Según Fernández, la querella “no presenta peritajes, sino informes” que “pueden expresar los que se les ocurra, pero no necesariamente tienen que ser tenidos en cuenta en la causa, porque no fueron hechos conforme a los protocolos”.

Nisman murió en circunstancias aún sin aclarar cuatro días después de denunciar a la presidenta Cristina Fernández, al canciller Héctor Timerman y a varios de sus colaboradores por presunto encubrimiento de iraníes sospechosos de haber planificado el atentado contra la mutua judía AMIA en 1994, que causó 85 muertos.

por increpar a manifestantes Por otro laso, el político argentino Luis D’Elía, uno de los acusados por el fallecido fiscal Alberto Nisman de presunto encubrimiento a terroristas iraníes por el caso AMIA, irá a juicio por presunta intimidación pública a manifestantes durante una protesta contra el Gobierno, informaron ayer fuentes judiciales.

El juez Julián Ercolini “declaró clausurada la instrucción y elevó a juicio una causa contra Luis D’Elía por el delito de intimidación pública”, precisó el Centro de Información Judicial. El dirigente kirchnerista (oficialista) está acusado de increpar a integrantes de agrupaciones agropecuarias durante una protesta en Buenos Aires llevada a cabo el 25 de marzo de 2008 contra el Gobierno, en pleno conflicto entre el Ejecutivo y el campo por los impuestos a las exportaciones de granos.- Efe