ATENAS - En una calle cercana a la plaza Syntagma de Atenas, un grupo de mujeres acampa desde hace casi nueve meses acaparando buena parte de la atención mediática extranjera que estos días buscan reflejar la penosa situación en que ha dejado la austeridad en la sociedad griega.
Cobijadas bajo los soportales, las mujeres de la limpieza de distintos departamentos del Ministerio de Economía y Finanzas y de Aduanas llevan año y medio en la lucha para recuperar sus empleos. Son 595 mujeres de entre 45 y 65 años que se han convertido en el símbolo de la lucha por los derechos laborales y son el ejemplo de cómo la drástica reducción del personal del sector público ha dejado al eslabón más débil de la sociedad en la miseria. Su escudo y símbolo es un puño en alto cubierto con un guante de goma rosa. Son las heroínas de la tragedia griega, de la austeridad.
“De la noche a la mañana el ministerio nos echó de nuestros puestos como limpiadoras y nos envió a una empresa privada donde trabajan mujeres inmigrantes por un euro la hora. “Comenzamos la movilización hace año y medio convencidas de que no nos rendiríamos hasta que nos readmita, y desde hace nueve meses hacemos turnos acampando aquí, día y noche, con frío, nieve o calor abrasador. Pero aquí seguiremos hasta que recuperemos nuestros empleos”, afirma rotunda Sofía Zakaropoulu. Si su situación era precaria, con sueldos de 400-500 euros, ahora no reciben ninguna ayuda porque, supuestamente, están en “situación de disponibilidad”, por lo que no pueden cobrar el paro. y no reciben seguro de paro. Antonia confía “Esperamos que el lunes empiecen a cambiar las cosas. No todas vamos a votar a Syriza, aunque confiamos en que Tsipras cambie las cosas para que nos readmita. No lo ha prometido”, asegura.
Hace 18 meses estas amas de casa y madres de familia comenzaron a manifestarse por las calles y, como muestran en los paneles de su campamento, han sido desalojadas a golpes por la brutalidad de los antidistubios. Aún se manifiestan con frecuencia por el centro de Atenas. Los despidos en el sector público y privado no han cesado en los últimos cinco años, pero las mujeres de la limpieza son solo uno de los sectores que están en la lucha por recuperar su dignidad y sus empleos. “Nunca pensamos que nos convertiríamos en una especie de heroínas para nuestros ciudadanos. Pero recibimos muchas visitas, mucha solidaridad y apoyo de la gente. Vendemos calendarios para conseguir algo de dinero”. “Esperamos que no nos quede mucho de estar aquí, queremos volver a nuestras casas y recuperar nuestra vida normal, pero estamos orgullosas de lo que hacemos. ¿Dónde vamos buscar trabajo a nuestra edad? La mayoría no tenemos estudios y no hemos trabajado en otra cosa. Tampoco teníamos ninguna experiencia en movilizaciones y mira lo que nos ha tocado aprender a nuestra edad”, bromea.