EEUU ‘vuelve’ a Irak
Obama autoriza ataques aéreos selectivos contra piezas de artillería de los yihadistas en el norte del país El Estado Islámico sigue avanzando y ayer se hizo con la mayor presa iraquí en Mosul
Bagdad/Mosul - Estados Unidos ha vuelto a involucrarse directamente en el conflicto iraquí con bombardeos selectivos contra piezas de artillería de los yihadistas del Estado Islámico (EI) cerca de la capital del Kurdistán, Erbil. Washington había dado por finalizada su intervención en Irak con la salida de sus tropas en 2011, sin embargo, el presidente Barack Obama autorizó el pasado jueves ataques limitados a Irak. En la última semana, la presión de los extremistas sobre las líneas de contención kurdas obligó al Gobierno regional a lanzar un llamamiento desesperado de ayuda Estados Unidos, que ha decidido intervenir con ayuda humanitaria desde el aire y con bombardeos selectivos.
La Casa Blanca señaló que los ataques aéreos habían sido solicitados por el Gobierno iraquí, y subrayó que no hay fijado un plazo concreto de finalización de las operaciones, pero enfatizó que “un conflicto militar prolongado no está sobre la mesa”. El portavoz del Pentágono, John Kirby, aseguró que antes del bombardeo, la artillería de EI había disparado contra las fuerzas kurdas que defienden la ciudad, “donde hay personal estadounidense”. El Pentágono concretó que a las 10.45 horas, dos aviones Hornet F/A 18 que habían despegado del portaaviones George H. W. Bush, en el Golfo Pérsico, lanzaron bombas de 230 kilos contra una “pieza de artillería móvil” cerca de Erbil.
Los avances de EI han puesto en jaque a la comunidad kurda, que hasta el momento había visto cómo los combates dejaban al margen la región autónoma del Kurdistán, una isla de prosperidad y estabilidad en el convulso Irak post Sadam Husein.
Los insurgentes suníes que controlan ya amplias zonas del norte del país dieron ayer un nuevo paso al hacerse con la presa de Mosul, la mayor del país, mientras refuerzan sus posiciones ante el comienzo del bombardeo de los cazas estadounidenses. Pese a que en los últimos días se había especulado con la caída del embalse en manos del EI, no fue hasta ayer cuando las tropas kurdas (peshmergas) abandonaron sus posiciones en beneficio de los extremistas. El jefe de seguridad de la provincia de Nínive, Mohamed al Bayati, confirmó que los yihadistas avanzaron hacia la presa y que durante la noche consiguieron hacerse con su control total, sin llegar a enfrentarse con los peshmergas.
Pese a que las dos jornadas anteriores sí habían tenido lugar enfrentamientos, las fuerzas kurdas se replegaron ayer hacia la vecina provincia de Dohuk, en el Kurdistán iraquí, por la presión de los radicales. Además de la presa, ubicado a solo 23 km de la ciudad de Dohuk, los peshmergas también se retiraron de posiciones en localidades al norte de la ciudad de Mosul como Telkif o Zemar. EI controla Mosul, la segunda cuidad de Irak, desde el pasado 10 de junio y lucha en el norte del país para ampliar su declarado califato, como cuando hace cuatro días tomó la población de Sinyar, donde desencadenó una crisis humanitaria denunciada por la ONU. Más de 120.000 cristianos se han desplazado para escapar de los yihadistas de las localidad de Qaraqosh (la mayor ciudad cristiana) y Telkif.
La inestabilidad en el norte tiene su reflejo en las turbulencias políticas que recorren Bagdad, donde todavía no se ha formado un nuevo Gobierno tras las elecciones generales del pasado abril. Ayer, la máxima autoridad religiosa chií, Ali al Sistani, advirtió al primer ministro en funciones, el chií Nuri al Maliki, del “grave error” de no renunciar a su puesto. “Aferrarse a los cargos, sean cuales sean las consecuencias y los efectos negativos, es un tremendo error. Debemos evitar a cualquier político que lo haga”, señaló en el sermón de la oración del viernes el jeque Abdelmahdi al Kerbalai, representante de Al Sistani. El religioso hizo hincapié en la necesidad de tener un Gobierno con “gran aceptación nacional” y apeló a todos los candidatos a que miren por el interés del pueblo. Se trata de la advertencia más clara lanzada hasta el momento por Sistani, considerado uno aliado de Irán, contra Al Maliki, a quien muchos iraquíes consideran la raíz de los problemas que afronta el país.
Avance yihadista Pero los yihadistas también avanzan en la vecina Siria. El Estado Islámico y las escasas fuerzas del régimen sirio que aún permanecían ayer en el aeropuerto militar de Al Tabaqa, en la provincia septentrional siria de Raqa, luchaban por controlar esa base en lo que parece una inevitable derrota para el ejército del presidente Bashar al Asad. El aeropuerto es el último bastión del régimen de Al Asad y su pérdida supondría prácticamente desaparecer de Raqa tras la mayor ofensiva coordinada del EI, tanto en esta provincia como en Al Hasaka, contra las fuerzas gubernamentales sirias, tras haber centrado hasta ahora sus objetivos militares en combatir a otras facciones islamistas y opositoras en general.
“Es inevitable que el aeropuerto caiga en manos del EI. Después de lo que pasó en el aeródromo militar de Deir el Zur (este), quedan pocos soldados en Al Tabaqa, si no han escapado ya”, explicó el jefe del Consejo Militar de Deir al Zur, Mohanad Tala, vinculado con el grupo rebelde moderado Ejército Libre Sirio (ELS), cuya presencia en la zona es cada vez más exigua.
En Siria, el Estado Islámico tiene como feudo principal la provincia de Al Raqa y está presente en otras, como Alepo y Deir al Zur, donde varias tribus y organizaciones armadas le han jurado lealtad ante sus avances. - Efe
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