Bilbao. La derrota en las elecciones municipales del pasado 8 de diciembre parece haber marcado un antes y un después en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), que estos días vive momentos de "revisión interna", según Hernique Capriles. Por lo que se aprecia ya, la oposición se ha dividido en dos bloques que avanzan por caminos opuestos: por un lado, Capriles, gobernador del Estado de Miranda, se reúne con las autoridades chavistas para hallar una solución global a la inseguridad que azota Venezuela, y por otro Leopoldo López, exdirector de campaña de Capriles en las elecciones presidenciales del año pasado, que lidera un movimiento que llama a salir a las calles para derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro mediante la presión popular.
López, coordinador nacional de Voluntad Popular, invitó a la sociedad a participar ayer en asambleas ciudadanas para iniciar las discusiones que impulsen un cambio de Ejecutivo. Manifestó, asimismo, que la transformación que quieren consolidar es responsabilidad de todo el país, porque "Venezuela está sumida en un proceso de destrucción". "Esta es una invitación a los que quieren luchar, a los que saben que el país va por un mal camino. En las asambleas vamos a presentar una agenda concreta de acciones, de congregación de un pueblo que quiere cambio", declaró. La convocatoria era abierta para todos los venezolanos, sin importar el partido y será la primera de varias actividades de protesta.
A López se ha unido también la diputada María Corina Machado, que representa al sector más a la derecha dentro de la MUD. Ambos líderes encabezaron el acto de ayer en la Plaza Brión de Chacaíto, en Caracas. En una entrevista en el canal Televen, Capriles aseguró ayer que la salida a los problemas de Venezuela "no se construye con atajos o sacando al gobierno a lo loco; ese es un valor que tenemos, queremos un cambio pacífico y por eso el Gobierno hace tanto esfuerzo en destruirlo". Sobre las diferencias al interior de la MUD indicó que "hay un proceso de revisión normal después de haber pasado por varios procesos (electorales), pero la unidad no puede ser una camisa de fuerza". "Están en su derecho, pero nosotros también tenemos derecho a decidir con quién hacemos política, cómo nos planteamos la lucha política y cuál es el camino que planteamos al país. Yo no voy a tomar medidas que generen un cortocircuito con las clases populares de nuestro país", manifestó, poniendo distancia con el camino marcado por López y Machado.
Capriles también se defendió de algunas acusaciones que ha recibido en las filas de la oposición de ser el responsable de la derrota electoral del pasado diciembre. "Hay una lectura de los que quieren buscar el 8D interesadamente para destruirme a mí, eso es parte de la lucha política, esos se sientan al lado de uno, esos se sientan atrás de uno y uno tiene que estar pendiente porque lo que hay no es la palmadita sino el cuchillo para clavártelo. Si no hubiésemos hecho el esfuerzo que hicimos para diciembre, hubiese sido tierra arrasada", manifestó.
Capriles y su estrategia de oposición moderada ha recibido el respaldo del secretario general de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, de su propio partido, Primer Justicia, y de una corriente mayoritaria al interior de la alianza opositora. Estos consideran irresponsable y "suicida" la estrategia de López y Machado. "No voy a acompañar atajos que lleven al país a callejones sin salida", ha dejado claro Capriles.
Sobre el diálogo iniciado con el Gobierno de Maduro, Capriles consideró durante la entrevista que "es muy prematuro concluir si en efecto es sincero". También es pronto, añadió el dirigente opositor, para vislumbrar si ello permitirá solucionar los problemas del país "o es algo para tratar de bajar las aguas del tema político y ganar tiempo frente a una situación de crisis".