El Papa Francisco alienta a los judíos a decir "no a los muros"

En este sentido, el Pontífice ha apuntado que "la Iglesia condena cualquier forma de antisemitismo" y que "el problema de la intolerancia debe afrontarse en conjunto". "Allí donde una minoría es perseguida y marginada debido a sus convicciones religiosas o por motivos étnicos, el bien de toda la sociedad corre peligro y todos tenemos que sentirnos involucrados".

En esta línea, Francisco ha evocado "los sufrimientos, la marginación y las auténticas persecuciones que no pocos cristianos padecen en diversos países del mundo" y ha pedido unir fuerzas "para favorecer una cultura del encuentro, del respeto, de la comprensión y del perdón recíproco".

"La formación es clave de cara a ese objetivo, pero se trata de una formación que no es solo transmisión de conocimientos, sino de un testimonio vivido, que presupone el establecimiento de una comunión de vida, de una alianza con las jóvenes generaciones, siempre abiertas a la verdad", ha señalado el Pontífice.

De este modo, ha animado a transmitir "no sólo conocimientos sobre la historia del diálogo entre judíos y católicos, sobre las dificultades atravesadas y los progresos logrados en las últimas décadas" sino sobre todo "la pasión por el encuentro y el conocimiento del otro" para conseguir que los jóvenes "se involucren activa y responsablemente" en el compromiso en servicio de la sociedad y de los más débiles.

Francisco ha recordado que este encuentro con los miembros del Centro Simon Wiesenthal había sido fijado por Benedicto XVI y, al recordar a su predecesor, le ha dedicado sus "pensamientos afectuosos y oraciones".

Además, el Pontífice ha elogiado la labor de la organización que combate "cualquier forma de racismo, intolerancia y antisemitismo, preservando la memoria de la Shoah y promoviendo la comprensión recíproca mediante la formación y el compromiso social".