El ocaso de Bertone, un purpurado que combatió a "cuervos y víboras"
El ex secretario de estado estuvo en el centro de la polémica por el 'caso vatileaks'
Roma. Siete años después de que el ahora Papa emérito Benedicto XVI le nombrase secretario de Estado de la Santa Sede, la época del cardenal Tarcisio Bertone tocó ayer a su fin. Ha estado casi una década al frente de uno de los estados más influyentes del planeta, que el propio Bertone ha calificado de "muy positiva" pero que, sin embargo, ha estado marcada por las intrigas y las controversias por el mediático caso Vatileaks, la filtración de la correspondencia confidencial de Ratzinger.
Desde 1991, con Juan Pablo II, Bertone comienza una carrera en la intrincada jerarquía vaticana que le llevaría a los más altos cargos. El 19 de abril de 2005, el primer cónclave del tercer milenio se resolvió con la elección del alemán Joseph Ratzinger. Con él, Bertone gobierna la Santa Sede desde que en 2006 sustituyese como secretario de estado a Angelo Sodano.
Con Benedicto XVI, Bertone asume un gran poder dentro del Vaticano. También será durante este periodo cuando recibirá las mayores críticas al encontrarse, a partir de septiembre de 2011, en el centro de las polémicas suscitadas por una de las mayores crisis que han sacudido a la Iglesia católica, el caso Vatileaks. Un verdadero punto de inflexión en su carrera, que le hizo pasar de ser un hombre "prudente y abierto", como se le tildó cuando recibió el premio Conde de Barcelona en 2011, a ser criticado por su "ineficacia" al frente del Gobierno de la Iglesia. Unas críticas que, según mantuvo el pasado 2 de septiembre en la isla italiana de Siracusa, "provenían de una red de cuervos y víboras".
Pese a las numerosas críticas vertidas contra el camarlengo, siempre contó con el apoyo de Benedicto XVI, que llegó a reiterar su confianza en su secretario en una carta de 2005. "Quiero expresarle mi reconocimiento por su discreta cercanía y sus iluminados consejos, que me han servido de particular ayuda en estos últimos meses. He notado con pesar las injustas críticas hacia su persona y quiero renovarle mi personal confianza", escribió el Papa.
La renuncia de Benedicto XVI y la llegada de un Papa "desde el fin del mundo" supusieron dos puntos de inflexión en el mando de Tarcisio Bertone. Por el momento, Bertone seguirá como presidente de la Comisión cardenalicia que vela sobre el IOR, el Banco vaticano, y también se mantendrá como camarlengo de la Iglesia Católica, pero eso será durante poco más de un año.
Francisco y Bertone. Foto: AFP