ROMA. El candidato del centroizquierda, Ignazio Marino, fue elegido ayer como nuevo alcalde de Roma al imponerse al aspirante de la centroderecha a la reelección, Gianni Alemanno, en la segunda vuelta de las elecciones municipales de Italia en las que los progresistas triunfaron en las grandes plazas.
Según los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior, Marino, médico de formación y senador hasta su renuncia el pasado 22 de mayo por el Partido Demócrata (PD) del actual primer ministro, Enrico Letta, logró el 63,93% de los sufragios en la capital italiana, que hasta 2008 había estado en manos de los progresistas.
La distancia entre Marino y Alemanno, que logró el 36,07%, se amplió a casi 28 puntos en esta segunda vuelta, después de que en la primera ronda la diferencia fuera de algo más de 12, el 42,6% del candidato de centroizquierda frente al 30,27% del de centroderecha. En esta ocasión, Alemanno no pudo repetir la épica gesta lograda hace cinco años cuando ganó pese a llegar a la segunda vuelta cinco puntos por debajo del entonces candidato progresista, Francesco Rutelli, por lo que reconoció la derrota.
Con todo, la abstención volvió a ser protagonista también en esta segunda vuelta en la que estaban llamadas a las urnas once capitales de provincia y en la que el dato de participación global en Italia fue del 48,51% frente al 59,76% del primer turno. El dato más llamativo en el caso de Roma, considerada en estas elecciones como catalizador del sentir ciudadano a nivel nacional tras las generales de febrero.