El cairo. El juicio contra 75 acusados por la masacre del estadio de Port Said, en la que murieron 74 aficionados del más importante club de fútbol egipcio, se inició ayer en medio de una gran tensión. Las estrictas medidas de seguridad no impidieron que el caos estallara cuando varios acusados, hinchas del club Al Masry de Port Said, interrumpieron al juez y gritaron "Alá es grande" y "Las víctimas son nuestros hermanos". En la foto, varias personas se asoman a través de las rejas de la jaula en la que fueron recluidos los 75 egipcios acusados. Foto: efe