A la hora de referirse a su nuevo 508, Peugeot acostumbra a manejar el concepto de ‘berlina radical’. No es extraño, por tanto, que la conjugación familiar del proyecto depare una variante SW igualmente singular. La marca del león transfiere a este derivado de techo prolongado buena parte de los esbeltos rasgos originales, dando origen a un genuino shooting brake, que es la denominación ortodoxa de los formatos tipo station wagon con facciones de cupé. Por tanto, el 508 SW se perfila como una alternativa idónea para ese público reacio a los diseños SUV que busca un automóvil capaz y con estilo. El candidato del león, disponible con mecánicas diésel y gasolina de 130 a 225 CV, cubre un abanico de precios entre 28.750 y 47.900 euros.
Las discrepancias estéticas entre una y otra silueta del buque insignia de Peugeot son tan evidentes como elocuentes. Sin embargo, el cambio de estilo no implica aumento de tamaño. Las diferencias, siempre a favor del SW, son mínimas. El envase familiar respeta la anchura y la distancia entre ejes, limitándose a estirar tres centímetros su eslora (4,78 metros) y a elevar dos su cubierta (1,42 m). Este último detalle, unido a la altura constante del techo, resulta decisivo a bordo del SW, puesto que confiere a sus plazas traseras un desahogo del que carecen las de la berlina-cupé. También depara un significativo incremento de la capacidad del portaequipajes, que pasa de 487 a 530 litros.
Como era previsible, esta segunda declinación formal dispone de los mismos recursos que la última remesa del 508, abanderado tecnológico de la marca. En consecuencia, sus distintas terminaciones ofrecen un completo muestrario de equipamientos de seguridad, confort y asistencia a la conducción. La puesta en escena, marcada por la innovadora concepción interior i-Cockpit, también es idéntica. El diferencial de precio del SW respecto a la hechura inicial tipo ‘fastback’ ronda los mil quinientos euros.
El 508 familiar repite el menú de motores, integrado por bloques de gasolina con 180 y 225 CV y por unidades BlueHDi de 130, 160 y 180 CV; el diésel menor propone como opción la transmisión EAT8 automática que el resto monta de serie. Antes de que finalice el año, la marca francesa prevé comercializar una variante híbrida enchufable. Compagina la motorización a gasolina de 180 CV con otra eléctrica de 110, alcanzando así un rendimiento combinado de 225 CV, potencia que remite a las ruedas delanteras. Este sistema híbrido anuncia una autonomía de 40 kilómetros en modo exclusivamente eléctrico, según el nuevo protocolo de homologación WLTP.
La salida al mercado de la interpretación SW va a consolidar la buena posición del 508 en el mercado. El modelo cumbre de Peugeot, lanzado a finales de 2018, acumulaba 2.109 unidades matriculadas al cierre de mayo; 1.404 de ellas han sido entregadas en los cinco primeros meses de este año. Ese volumen de ventas supone una cuota de mercado del 9,9% en su categoría en 2019, con un máximo del 14,2% alcanzado el mes pasado.
Por canales, la silueta berlina-cupé ocupa la segunda posición entre los modelos del Segmento D. La ostenta tanto entre la clientela particular como en el canal de empresas y flotas. Estos compradores profesionales suelen exigir que el precio sea competitivo, pero también valoran las prestaciones y los acabados, así como la cantidad y calidad del equipamiento o de las innovaciones tecnológicas.