Acabaron unas fantásticas fiestas de La Blanca, muy a pesar de las abyectas agresiones sexuales registradas, y hasta los blusas y neskas más briosos todavía sobrellevan a estas horas la resaca jaranera con la farmacopea emocional consistente en recordar los grandes momentos vividos. La subida de Celedón constituye para la mayoría social gasteiztarra el inicio oficial del verano en chancletas del que por otra parte ya disfruta la casi totalidad de nuestra estructura política, para solaz de la ciudadanía vasca en su conjunto tras la saturación de citas electorales.Desconocido
Pero entre caña y chapuzón el mundo gira para modelar un diseño institucional que aun en su lejanía no puede resultarnos ajeno. Comenzando por Catalunya, la investidura consumada de Illa previo pacto con ERC y Comuns se basa en una financiación singular al modo del Concierto vasco que los catalanes descartaron de salida en la Transición por la exclusiva e intransferible responsabilidad fiscal que conllevaba en un contexto entonces de incertidumbre. Así como se garantiza un Govern de origen transversal para una mínima estabilidad, que además difumina la tesis de una inminente disolución del Congreso por la inviabilidad del Ejecutivo PSOE-Sumar, en Euskadi deben activarse todas las alertas para que los aspavientos desde el régimen común no socaven el pilar de nuestro autogobierno, clave de cohesión social y de progreso económico. Nuestro sistema de financiación sustentado en derechos históricos inalienables, junto con una presión tributaria equivalente y la contribución a sostener las cargas generales del Estado, no admite subastas ni rebajas y su blindaje concierne a todo partido vasco digno de tal nombre.Desconocido
Aludo explícitamente al PP, que ni en agosto relaja su estrategia de derribo a Sánchez en todos los frentes, en particular el judicial sin que el nuevo CGPJ sea capaz de elegir presidente. Trinchera en la que anidan abundantes togados añorantes de una Agencia Tributaria única, no vaya a aprovecharse el viaje de los recursos contra la mayor soberanía catalana para cercenar no sólo el Concierto, también el Convenio navarro. Si el advenimiento del verano no ha cambiado nada en Génova, hasta forzar un viaje frustrado a los comicios en Venezuela para zaherir al PSOE, lo mismo puede aplicarse en las latitudes americanas al inverosímil Trump, que igual atizaba sin ningún pudor a Biden por demente que ahora a Harris por falsa negra. Más allá de insidias y bulos, se trataría de escoger entre una fiscal y un delincuente acreditado. Tanto como Netanyahu, otro que sigue a lo suyo, a exterminar al pueblo palestino para consumar el sueño del sionismo criminal. Lo último es provocar a Irán para que una eventual reacción salvaje blanquee a Israel y así alinear a todo Occidente tras de sí.Desconocido
Si ha llegado hasta aquí, disculpe el baño de realidad en un domingo veraniego también en lo meteorológico pero la pela es la pela igual en Euskadi y el porvenir del planeta se juega del uno al otro confín. A remojarse por fuera y por dentro, venga.