ientras afloja definitivamente el azote de la pandemia y tratamos de volver a nuestra vida cotidiana de inicios de 2020 comprobamos atónitos que ya hay quien lo ha conseguido. Los cinco grandes bancos del panorama estatal (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter) obtuvieron el pasado año unas ganancias de 19.866 millones de euros. No solo han superado el desgarro generado por la pandemia, sino que han retrocedido en el tiempo para presentar unos números verdes, que no lograban desde el año 2007 en la antesala de lo que fue otra gran depresión económica planetaria. Mientras la mayoría de los mortales padecemos para llegar a fin de mes cada vez que apretamos un interruptor, hacemos la compra o nos acercamos a un surtidor a rellenar de combustible el depósito del vehículo, la gran banca ya ha superado esta pantalla y está inmersa de nuevo en una carrera para aumentar sin freno sus beneficios y balances anuales. Por el camino han quedado miles de trabajadores de las diferentes entidades tras el masivo cierre de oficinas. El servicio se ha recortado, tanto en las capitales como en las pequeñas localidades de las zonas rurales y ahora tratar de hacer una gestión en persona en una oficina es una odisea repleta de zancadillas. Al final, ya saben... la Banca siempre gana.
