Es una vieja historia muy repetida, la del denunciante de corrupciones que acaba siendo denunciado por presunta corrupción. A cierto ultraderechista populista y difusor de bulos empieza a acabársele la fiesta.

#UnUltraEnEvidencia

Alvise, con las manos en la masa

Después haber sorteado más mal que bien un puñado de encontronazos con la Justicia, al jeta que se hace llamar Alvise Pérez empieza a acabársele fiesta, utilizando la misma expresión que da nombre al chiringuito político con el que ha conseguido tres escaños en el Parlamento Europeo.

El digital ElDiario.es ha documentado que el fulano recibió 100.000 euros en metálico de manos de un empresario (ejem) de criptomonedas. Para la Fiscalía del Estado las pruebas son lo suficientemente sólidas como para pedir al Tribunal Supremo que investigue.

El vividor del cuento se defendía así en su cuenta de X: “Donar el 100% del sueldo, rechazar un millón de euros en subvenciones, y grabar en video cómo el sistema hace ricos a nuestra clase política tiene sus consecuencias”. Aparte de que todo es mentira, no cuela.

#VictimismoEnCampaña

Trump señala a Irán

Era de cajón que Donald Trump haría de los dos intentos fallidos de acabar con su vida el eje de su campaña a la presidencia.

En el penúltimo capítulo, denuncia que el régimen iraní está tras los atentados y, jugando esta vez a ser poli bueno, agradece al Partido Demócrata haber apoyado que los Servicios Secretos tengan más presupuesto.

#ElMonaguilloGabriel

Rahola atiza a Rufián

El resentimiento es uno de los grandes motores de la política. Lo demuestra en cada intervención Pilar Rahola. Quien fuera lideresa de ERC en uno de los momentos de mayor irrelevancia de la formación no pierde una oportunidad para arrear a sus excompañeros.

El penúltimo damnificado ha sido Gabriel Rufián, al que calificó como “monaguillo” por “animar al PSOE a atacar a Junts porque Miriam Nogueras pide un reparto más justo para Catalunya” a cambio apoyar el techo de déficit del Gobierno español.

#RepsolEsElPNV

Echenique, nique que nique

Desde que, a la fuerza, dejó de ser diputado y fue apartado de la dirección de Podemos, Pablo Echenique emplea su muchísimo y muy bien remunerado tiempo libre repartiendo zurriagazos a los objetos de sus incontables obsesiones.

En una de sus deposiciones verbales más recientes mezclaba, casi literalmente, churras con merinas. Lean: “Mientras el PNV grita ‘dictadura’ y se abraza a la ultraderecha venezolana, el expresidente del Euskadi Buru Batzar y ahora CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, se forra con el petróleo bolivariano”. Un figura.