Expresidente del Gobierno español en eterno estado de hiperventilación: Vaya trola nos metió el día en que, después de entregarle las llaves de La Moncloa a Rajoy, aseguró que en lo sucesivo se dedicaría a ser “supervisor de nubes”. Eso le duró cuatro pestañeos. Enseguida fue a la caza de jardines en los que meterse, a cada cual, con suelo más resbaladizo. Tras varias misiones de alto octanaje, parece estar centrado en llevar a Pedro Sánchez hasta su próxima reelección. Se dice por lo bajini, de hecho, que usted resulta un candidato más convicente que el propio Secretario general del PSOE. En las entrevistas, desde luego, se permite decir lo que el otro no puede, no sabe o no le sale. Está siendo, en resumen, el presidente que no fue capaz de ser. Curioso.