A Txutxi del Valle (Bilbao, 1982) la llamada le pilla en el club de boxeo y deportes de contacto ANMLS de Marbella. Quedamos en retomar la charla en diez minutos, una vez se haya liberado del trabajo. El entrenador, mánager y promotor, figura prominente del boxeo vasco, se mudó el año pasado a la Costa del Sol. Hace balance de su nueva vida y se le ve animado. Allí se siente como en casa, querido y arropado desde las instituciones hasta sus amigos y familiares. Este lugar, a 975 kilómetros de Bilbao, no le es ajeno. “He veraneado en Marbella toda la vida, siempre he venido aquí”, dice. “Mi abuela vive en Marbella, mi primo es de Algeciras, que está cerca, y tiene casa en Marbella”, añade del Valle, que habla claro, directo y sin pelos en la lengua. Menciona a sus dos “compadres”, ambos marbellíes y púgiles -Antonio ‘El chato Benítez’ y José Enrique ‘Puño’ Torrisco- y ensalza la buena predisposición que ha encontrado en el Ayuntamiento para poder desarrollar el boxeo en la ciudad. “Los políticos me han apoyado en todo momento y al club también. Me siento muy respaldado. ¡Tengo más poder que en Bibao!”, brama con una risotada.
“Me siento muy respaldado en Marbella. ¡Tengo más poder que en Bilbao!”
Txutxi del Valle reside en la urbanización Jardines del Puerto, en el corazón de la zona de Puerto Banús, uno de los clásicos escaparates del lujo y ocio turístico en Andalucía. Hace vida “en el centro” de la ciudad costera. Más allá de los yates anclados en el muelle y de los resorts exclusivos, hay una Marbella culinaria que empieza a monopolizar la conversación telefónica. Él se decanta por los restaurantes indios del grupo Masala, que cuenta con varios establecimientos por la zona; también le tira la comida tailandesa, el sushi, menciona la pizzería Picasso de Puerto Banús, “que es de toda la vida”… Del hotel Puente Romano de Marbella, un clásico oasis en la orilla del Mediterráneo, elige la cocina a la brasa del Leña, propiedad del chef Dani García. Del Valle es un avezado gourmet. Podría estar recomendando restaurantes y locales ricos de la ciudad malagueña más y más minutos. “La oferta gastronómica en Marbella es una maravilla”, sentencia.
Fortaleza
Pasada la barrera de los 40, reconoce que su poderío físico está menguando poco a poco. “Siempre me he considerado una persona muy fuerte, pero ya no soy el mismo que hace diez años. En el momento en el que no tenga esa fortaleza física y mental dejaré de ser entrenador”. Actualmente imparte boxeo amateur y profesional, por la mañana y por la tarde. ¿Cómo es el Txutxi entrenador? “Soy un ganador nato, una persona muy ambiciosa. No soy de esos de a ver si suena la flauta. Exijo a mucho a mis boxeadores. Como entrenador soy muy exigente”, remata. Dicen que el cerebro de un púgil funciona a toda máquina cuando lanza un puñetazo. En su caso parece un hombre seguro de sí mismo, atemperado por algunos fracasos y éxitos rotundos. De todos los pupilos que han pasado por sus manos -“he entrenado a los mejores boxeadores vascos”, apunta- brillan dos: Andoni Gago, de quien destaca su “valentía y pundonor” y lo quiere como a un “hermano”, y Kerman Lejarraga, con una gran “pegada”, y del que guarda un grato recuerdo pese a que tuvieron “sus más y sus menos” en el pasado. Ambos han sido campeones de Europa. Y aunque una nueva oleada de fans llena los gimnasios y centros de entrenamientos en las ciudades, del Valle lamenta la “decadencia” del boxeo profesional. “Tuvimos nuestra época dorada, sobre todo con Gago y Kerman, con los que metíamos a 10.000 personas en los pabellones. Está en nuestras manos que no se vaya al carajo y luchar para que vuelva a estar arriba”.
Cuadrilátero
Escapadas. Si tiene que coger el coche y dejar Marbella por unos días, su destino favorito sería el pueblo costero de Zahara de los Atunes, en la provincia de Cádiz. “Me gusta mucho”, afirma del Valle.
Athleticzale. Aunque ya no viva en Bilbao se deja caer por la capital vizcaína frecuentemente y sigue siendo socio del Athletic. Varios jugadores de la primera plantilla son “buenos amigos”, como es el caso de Yuri.
