En realidad, la curiosa historia de Manuel García del Moral no esconde ningún secreto, pero sí una gran pasión: su amor por “la belleza de Madrid”. Esa que descubrió tras aterrizar como estudiante en la capital de España, la cual desconocía “casi por completo”, pero que se incentivó tras un inesperado parón laboral en 2012. Pero como todo buen relato, merece ser contado desde el principio. Con esa intensidad y cebo que conllevan las grandes crónicas. Como el particular testimonio de este recién estrenado padre (tiene una hija de solo dos años) que ya peina 41 años. ¿El motivo? PTV (pamplonés de toda la vida), aficionado a las cámaras y al periodismo deportivo, no podía imaginar hace solo tres lustros que una ciudad le cambiaría por completo la vida. Y que su rutina, centrada en la Comunicación Audiovisual y en su querido Osasuna, daría un vuelco de 360 grados tras recorrer los 397 kilómetros que separan la milenaria capital navarra de la capital del Estado. Era 2008, el año del estallido de la crisis, y Manuel decidió inscribirse en la Universidad Rey Juan Carlos para cursar un máster en Periodismo Deportivo.

Este fue, sin duda, el inicio de su relación con Madrid. “Una ciudad de la que no conocía prácticamente nada. Había estado de paso, uno o dos días con la familia, pero siempre con la excusa de tomar un vuelo internacional”. Por ello Manuel, tras asentarse en uno de los barrios más castizos, Chamberí, se propuso descubrir cada tarde esas miles de calles por las que jamás había caminado. “Hice interminables paseos, siempre por la tarde, y fui descubriendo joyas, espacios que me cautivaron y que cuando llegaba a casa los señalaba y fijaba en un mapa. Pero el flechazo llegó un fin de semana en el que no tenía plan y me apunté a un tour para conocer Malasaña. Ahí me enamoré de Madrid. Aún recuerdo aquel sentimiento”. Tan intenso fue dicho arrebato que, desde entonces, García del Moral incorporó documentación y bibliografía a los descubrimientos urbanitas que hallaba en cada escapada. “Me enganchó tanto su historia, las curiosidades de esta ciudad, que cuando venían familiares o amigos encontraba la excusa perfecta para mostrarles lo que había aprendido, o los espacios que acababa de descubrir”, rememora.

“El flechazo llegó un finde en el que no tenía plan y me apunté a un tour por Malasaña”

Y así, sin darse cuenta, este pamplonés (que a la vez cultivaba su faceta deportiva y periodística) se fue convirtiendo en gran conocedor del presente, pasado y futuro de la histórica villa. Pero tuvo que explosionar una desgracia, el parón que le supuso quedarse en desempleo el año 2012, para que sus conocimientos traspasaran esa delgada línea que separa el ámbito privado de la esfera pública: “Recuerdo que aquella tarde no quería hablar con nadie, solo pasear por Madrid. Desconectar. Tranquilizarme”. Fue entonces cuando decidió abrir un blog para exponer sus jugosos hallazgos, como tantas veces le habían animado. Eran los podcasts de momento, y la bitácora de Manu García del Moral enseguida despuntó. Tanto que pronto vino una exquisita página web (www.secretosdemadrid.es), y unas redes sociales (Facebook, Twitter e Instagram) que a día de hoy suman un espectacular universo de millón y medio de entregados seguidores y seguidoras.

Sin duda, es el resultado de millones de horas de investigación, lectura y trabajo. De anécdotas como la ausencia de testículos en uno de los leones del Congreso, lo inexpugnable que resulta la cámara acorazada del Banco de España (ubicada bajo la fuente de Cibeles), el interior del edificio Metrópoli de la Gran Vía, o el descubrimiento de su espacio favorito: el ignorado Jardín del Príncipe de Anglona. Curiosidades, generalmente olvidadas por el gran público y el ajetreado turismo, de las que se han hecho eco televisiones como el famoso Canal Historia y decenas de publicaciones. “¡Y la cantidad de historias humanas que todavía me quedan por descubrir y contar!”, señala García del Moral. Porque basta con estar ojo avizor para cerciorarse de que cada rincón del mundo guarda un edificio, calle, negocio o persona con una apasionante aventura detrás. Y Manuel sabe localizar como ninguno las que se esconden en Madrid.

Perfil digital

Sin secretos para su millón y medio de ‘followers’: Sus cifras en redes sociales dan vértigo. Y son el resultado de un exquisito trabajo de documentación, relato y dedicación. Con una comunidad de más de un millón y medio de seguidores/as, sus followers se reparten así: más de 782.000 en X, 433.000 en Instagram, y 332.000 en Facebook. Su curiosa faceta como revelador de secretos de Madrid la combina con su trabajo oficial: gerente en la editorial Ediciones La Librería. Con ella, por cierto, ha publicado varias obras centradas en la capital del Estado.