Que José María García no tiene pelos en la lengua quedó claro durante sus décadas al frente de la radio deportiva. Hoy en día, alejado de los programas de masas y de la primera línea informativa, sigue soltando sus dardos allá donde le dan voz. Este martes por la noche lo hizo en el programa La Azotea, de Trece. Allí no se cortó al criticar el periodismo que se hace hoy en día, sobre todo el deportivo, e incluso censuró el trabajo de los influencers, asegurando que si últimamente las grandes estrellas del fútbol no dan entrevistas a los medios de comunicación y sí a los streamers (en clara referencia al encuentro de Ibai Llanos con Messi) es porque saben que “no es una entrevista, es una felación”.
El veterano periodista, de 73 años, quiso explicar por qué abandonó la radio y culpó directamente de su adiós a un expresidente del Gobierno. Yo me retiré voluntariamente hace 20 años porque me peleé con un dictador muy caprichoso: José María Aznar”.
No sólo atacó al expresidente, también lo hizo con La Sexta (“La Sexta no, La Secta, porque es la televisión más manipulada de este país”); con el PP por su “tremendo error de perder a una periodista como la copa de un pino como Cayetana (Álvarez de Toledo), que tiene su propia opinión y no va a ser la portacoz de los otros; o con algún director de periódico que no quiso nombrar. “Hay un programa de extrema derecha y ves al director de un periódico que en teoría ha sido plural e influyente que se pasa hora y media asintiendo o diciendo las barbaridades que se están cometiendo contra la pluralidad. ¿Qué coño va a decir este director a sus redactores si el ejemplo está en él?”.
Para rematar la faena no quiso despedirse sin reprochar a Trece, la cadena propiedad de la Conferencia Episcopal (empresa de la que él formó parte muchos años en la Cadena Cope), que sea tan conservadora. “No me gusta mucho que esta casa esté tan inclinada hacia la derecha, me gustaría mucho más plural, abierta. Que los rectores abran un poquito la mano, que la izquierda también tiene derecho a vivir, que los Podemos no son solo los malos, que los de Vox también tienen sus peculiaridades”.