Después del clásico photocall con las modelos, los platos, diseñadores y chefs, se pasó al comedor, donde se pudo disfrutar de la pasarela previa a cada plato para disfrutar después de la degustación de las elaboraciones correspondientes, que en su mayoría fueron frías.
Entre los diseñadores estuvieron Anelore et le Rêve & Nicolas Ouchenir, Petro Valverde, Isabel Zapardiez, Eñaut Barruetabeña, Eder Aurre, Amagoia Etxeberria, Iraia Oiartzabal, Betolaza Studio, Alicia Rueda y al finalizar hubo un pase de un conjunto de la colección privada del maestro de la moda Cristóbal Balenciaga.
Y en esos vestidos se inspiraron una decena de chefs -entre todos sumaban siete estrellas Michelin y quince soles Repsol-. Las modelos fueron luciendo sus looks para que, una vez realzados en la pasarela, los invitados pudieran disfrutar de la elaboración diseñada para el momento.
Las modelos y los cocineros que se inspiraron en ellas, en una foto conjunta.
El maridaje, que fue apoyado por el departamento de Promoción económica y Turismo de la Diputación Foral Gipuzkoa, ayuntamiento de Donostia, Gobierno Vasco Basquetour y la colaboración del ayuntamiento de Biarritz, comenzó por el vestido de Anelore & le rêve & Nicolas Ouchenir, con un Bogavante enrollado de láminas de rábanos, frambuesas y vinagreta negra presentado por el chef Fabian Feldman del restaurante L'Impertinent, de Biarritz, elaboración que no dejó indiferente a nadie en la textura y presentación.
Siguió la creación de Petro Valverde con Carpaccio de corvina con gelé de yuzu y alga hijiki de Brian Deegan, del Restaurante Hotel Alfonso XIII de Sevilla.
El restaurante Elkano de Aitor Arregi cocinó unas Antxoas de Getaria marinadas, tomate confitado a la brasa y guindillas, de textura tersa y sabor equilibrado, basándose en el único diseño masculino presentado por Eñaut Barruetabeña.
Diego Guerrero, el vitoriano asentado en Madrid en el Restaurante DSTAgE, presentó una atrevida elaboración de sabor ácido fruto de la fermentación de la coliflor con una técnica ancestral coreana llamada gamasot, que acompañó con prailiné de aceituna y caviar junto al vestido del mismo color del Studio Betolaza.
Hubo más guiños marinos, como el Txitxarro en salmuera cítrica y encurtidos de Gorka Txapartegui, del restaurante Alameda de Hondarribi, muy bien ejecutado y medido, en un colorido plato, basado en el vestido de Eder Aurre.
La unión de Dani López, del donostiarra restaurante Kokotxa, con Isabel Zapardiez, vino con el Tartar de begihaundi con caldo marino, que se unió visualmente a la modelo.
También hubo representación más tradicional. Xabi Gorrotxategi, el rey de la txuleta, del restaurante Casa Julián, presentó un juego de un Espárrago a la brasa Cinco Jotas armonizado con la creación de Iraia Oiartzabal.
Siguió Pablo Loureiro, del restaurante Casa Urola, basándose en la creación de Alicia Rueda, con un Lomo de salmonete asado, tartar de remolacha y sopa de sus espinas.
La modelo de Amagoia Etxeberria fue presentada por el chef del Mirador de Ulía Rubén Trincado, quieb ofreció un Pato estampado, finalizando la pasarela salada del estrellado de Donostia.
Como punto goloso, finalizó el anfitrión de la casa, el chef Jesús Caballero, del Hotel María Cristina, endulzando a los afortunados presentes en la cena de gala con un elegante plato de Texturas de chocolate especiado, que acompañó al vestido del gran modisto de Getaria Cristóbal Balenciaga.
Y en un evento de este tipo no podían faltar las burbujas del champagne Perrier-Jouët, unidas en dos necesidades vitales como el comer y el vestir, elevadas a la categoría de arte a través de la sensibilidad de los profesionales de la moda y de la cocina.