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La costurera de Vitoria que viste a Barbie

El Bizan San Prudencio acoge hasta el 1 de junio una colección centenaria de muñecas customizadas por Mari Cruz Llamas

La costurera de Vitoria que viste a BarbieJosu Chavarri Erralde

Vitoria tiene su propia diseñadora de vestuario deBarbie. Se llama Mari Cruz Llamas, y acumula una colección de más de cien muñecas, a las que viste con mimo, cuidando hasta el último detalle; como un minúsculo colgante o una bonita diadema a juego que lucen en su larga melena, aunque también hay elegantes recogidos.

Como si de trofeos se tratara, acaparan miradas de los gasteiztarras durante estos días en la planta baja del Bizan San Prudencio (calle Francia, 35) donde estarán expuestas –aunque no todas, por motivos de espacio– hasta el próximo domingo 1 de junio.

Un espacio especial para esta veterana gasteiztarra desde hace más de medio siglo, ya que mantiene un fuerte vínculo con la red de centros para mayores de Gasteiz. Pues no son pocas las ocasiones en las que ha desarrollado talleres de encaje de bolillos en varios de ellos dirigidos a sus usuarios y usuarias. “No me sé estar quieta”, confiesa entre risas esta vecina de Vitoria.

Parte de la colección de muñecas 'Barbie'

Colores vivos

Lo cierto es que su pasión por el croché, técnica por la que siempre se ha declarado aficionada, ha ido más allá, pues son cientos los vestidos confeccionados hasta ahora para esta reconocida figura, que desde su lanzamiento en 1959 ha estado ligada al color rosa, especialmente a los tonos pasteles.

Muñecas flamencas

Algo de lo que Llamas ha querido escapar en su muestra, apostando por colores más atrevidos, como el naranja chillón o el azul eléctrico . También por reconocidos estilos, como el traje de flamenca que es posible ver en dos de sus muñecas. Y por supuesto, las ha hecho viajar a épocas anteriores, con conjuntos retro o incluso propios de la noche de Halloween. 

Una colección que para nada esperaba el éxito que está teniendo entre su círculo más cercano. “A la gente le gusta esta afición mía que tengo, me dicen que son muy bonitas, y yo la verdad que estoy encantada”, sostiene.

Los inicios

“Todo empezó hace dos años por las cuatro muñecas que mi nieta tenía en el pueblo, todas desnudas”, recuerda. “La verdad es que me ocurrió vestirlas al verlas así, le dije que le eligiera colores y enseguida me puse a hacer ganchillo”, cuenta la veterana. Así, poco a poco fue recibiendo más figuras por parte de amistades y familiares. “Es llegar a casa y ponerme a hacer vestidos, porque de verdad que disfruto creando modelos. Me relaja un montón. Y me viene bien, porque soy muy inquieta”, comparte con este diario. 

Mari Cruz Llamas con su colección de muñecas

Eso sí, asegura que cada traje es diferente, por lo que las dificultades y el tiempo que dedica a su diseño no son siempre uniformes. “Si me pongo, puedo confeccionar dos en una tarde, acompañada de la radio o la música. Pero, lo cierto es que no mido el tiempo que les dedico, porque es una afición que realizo cuando me place”, matiza la costurera.

Después de ese 1 de junio, lo cierto es que la veterana no maneja un plan definido sobre el futuro de estas Barbies. “Igual algún día las acabo vendiendo”, señala. Aunque, de momento, asegura “disfrutar de verlas aquí colocadas”.