CIC energiGUNE es una de las 32 entidades vascas que organizan la octava edición de Emakumeak Zientzian. Esta iniciativa para hacer visible la actividad de las mujeres en la ciencia, romper roles y fomentar la elección de carreras en este campo, empieza el jueves, a las 19.00 horas, en el museo Artium con la proyección The Hedy Lamarr Story (Alexandra Dean, 2017).

El centro de investigación de Miñano participará, además, activamente en dos actos en Vitoria: el evento Mujeres científicas de ayer y hoy (en Villa Suso, día 15) y la Feria Women in Science (en el centro cívico Salburua, el día 16).

El primer objetivo de esta iniciativa es hacer visible la actividad de las mujeres en la ciencia. ¿Hasta qué punto no lo son y por qué? 

–Se conocen muchas historias, como las de Marie Curie y Rosalind Franklin, porque sus investigaciones fueron muy pioneras y tuvieron gran impacto, pero también hay otras muchas que somos científicas y que a lo mejor, por nuestros descubrimientos, no vamos a revolucionar el mundo o recibir un Premio Nobel, pero aportamos granitos de arena para que las futuras generaciones lo tengan más fácil. Está claro que su visibilidad en la ciencia ha sido históricamente menor a la masculina y eso se debe a muchos factores arraigados en la sociedad, como pueden ser los sesgos de género, barreras institucionales o falta de referentes a seguir.

Galcerán Mestres frente al ordenador Pilar Barco

¿A qué se debió su decisión de dedicarse a este mundo?

–Sinceramente, no sé cómo he llegado aquí. Vengo de un pueblo de Cataluña que tiene 350 habitantes. No tengo referentes científicos en mi entorno y menos que sean mujeres. La decisión de estudiar Químicas fue porque fue mi nota más alta en el instituto. En Tarragona también hay una red de industria química muy potente y pensé que era una buena opción. La clave fue cuando quise empezar a volar y decidí irme de Erasmus a Alemania a hacer mi trabajo experimental de fin de carrera y allí es cuando empezó el gusanillo.

¿Qué opinión recibió cuando su entorno se enteró de que quería dedicarse a la ciencia?

–Siempre he tenido el apoyo de mi familia en todas las decisiones. Fui muy afortunada en ese aspecto.

En su participación en Mujeres científicas de ayer y hoy homenajeará a Vicenta Arnal. ¿A qué se debe esa elección?

–Cuando pones en internet “científicas reconocidas” siempre salen las mismas y buscaba a alguien que fuera como yo: visible (en mi comunidad) e invisible (porque no me veo ganando un Nobel) y buscaba a gente que compartiera mis otras dos pasiones: la docencia y la divulgación científica y di con Vicenta Arnal, a la que me une el vínculo de ser doctora en Químicas. Casualmente, sus investigaciones están en el mundo de la electroquímica.

En su experiencia profesional, ¿ha vivido desigualdad?

–Cuando hice mi tesis en el campo de los materiales para dispositivos láseres, estaba lleno de físicos. Sentía que no era escuchada por ser química y mujer y sí que lo eran los chicos y físicos, pero soy consciente de eso ahora, desafortunadamente.

Galcerán Mestres. Pilar Barco

¿Cómo es la apuesta de CIC EnergiGUNE por atraer talento femenino?

–Actualmente, en el CIC estamos en paridad y en el campo de la química, es posible que haya más mujeres. Los ascensos profesionales son por meritocracia y tenemos políticas que ayudan a equilibrar trabajo con la vida personal. Hay programas de mentoring para ayudarnos las unas a las otras y un comité de igualdad.

¿Qué pueden hacer las empresas y las universidades para impulsar la presencia femenina?

–Básicamente, implementar políticas y estrategias que ayuden a fomentar la cultura inclusiva, proporcionar modelos y referentes, eliminar barreras de sesgos y promover la educación inclusiva.

Frente al CIC energiGUNE. Pilar Barco

Como responsable de investigación. ¿Es habitual que ellos sean los que lideren equipos? ¿Hasta qué punto es fácil conciliar?

–Históricamente, la predominancia del hombre en el liderazgo es clara en el ámbito de la investigación y empresarial. Sin embargo, en las últimas décadas la posición de la mujer ha ido aumentando. Muchas veces se basa por la dificultad de conciliar en la investigación: es un trabajo exigente por las presiones, y competencia y hay que ir a conferencias y eso implica muchos viajes y dificulta la conciliación. Es importante que se implementen políticas para procurar un mejor equilibrio entre trabajo y vida personal.

Por último, ¿qué mensaje daría a esas chicas interesadas en la ciencia, pero que tienen miedo a dar el primer paso?

–Animar a que cada una elija el camino que sienta o desea en cada momento, sin miedo al error o al qué dirán y que si me equivoco, siempre puedo cambiar y buscar apoyo. Ser perseverante es clave, no solo en la ciencia, sino en la vida y muy importante: celebrar los logros y darles visibilidad.