Evitar errores en el uso de medicamentos pediátricos es el objetivo que tienen en mente las farmacias alavesas. Acciones como ingerir a un niño el jarabe con una cuchara del hogar, interiorizadas por costumbre, es uno de los errores más comunes entre la población adulta que puede generar consecuencias importantes.

Partiendo de la base de que el 59% de las intoxicaciones en niños y niñas se producen por problemas relacionados con los fármacos, según datos aportados por Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos en España, los expertos del sector creen conveniente una mayor dosis de información para promover el uso seguro de los mismos.

"La idea es reducir las equivocaciones que puedan surgir a la hora de utilizarlos con niños y niñas, y más en su amplio uso durante esta temporada"

Es por ello que, este lunes 22 de enero, el Colegio de Farmacéuticos de Álava (COF) ha presentado en la sede de General Álava la campaña No te equivoques. Ez Nahastu, que se encargará de supervisar la seguridad del uso de estos medicamentos además de orientar sobre su correcta utilización, principalmente a padres, madres y cuidadores.

Cartel de la campaña de medicamentos pediátricos COF Álava

"La idea es reducir las equivocaciones que puedan surgir a la hora de utilizarlos con niños y niñas, y más en su amplio uso durante esta temporada", ha explicado el coordinador del Grupo de Seguridad del Paciente del COF, Imanol Monteagudo.

En este sentido, 116 farmacias alavesas, 79 de ellas ubicadas en Vitoria, se han sumado a esta iniciativa pionera en el territorio, que se prolongará a lo largo de toda la campaña invernal.

Pautas imprescindibles

Las indicaciones básicas que deben seguir padres y educadores se agrupan en tres; cada niño o niña tiene que tener su propio jarabe, se debe tener en cuenta el peso y la edad a la hora de suministrar la dosis y se deben administrar con jeringas, nunca con cucharas domésticas.

"Los medicamentos más utilizados por los niños son antipiréticos, es decir, los medicamentos usados para la fiebre, los analgésicos y los antibióticos en caso de infecciones de origen bacteriano, además de los antitusivos en casos puntuales", ha resaltado la responsable del Centro de Información de Medicamentos del colegio, Carmen Vinagre.

Asimismo, siempre se prefiere en niños la vía oral y de forma líquida, como por ejemplo los jarabes; "son fáciles de dosificar, permiten una absorción rápida y son formas seguras y cómodas", ha añadido.

¿Cómo medir correctamente la dosis?

"Cada niño cuenta con su propia pauta posológica"

A la hora de utilizar estas jeringas, es importante fijarse bien en la escala que se usa para realizar la medición, puesto que algunas se miden en mililitros mientras que, en otras, se hace tanto en mililitros como en kilogramos.

"Se debe usar las jeringas o las cucharas dosificadoras que vienen con cada prescripción; y no intercambiarlas entre medicamentos", ha afirmado Vinagre.

En este marco, la dosis que se va a suministrar a los niños siempre se debe calcular en base al peso y edad, y prestar especial atención a las dosis máximas en niños de mayor edad y mayor peso. "Cada niño cuenta con su propia pauta posológica", ha recordado la responsable.

Convertirlo en costumbre

Tanto las farmacias como los centros sanitarios, pueden ser lugares para reforzar la educación sanitaria en el buen uso de los medicamentos"

Para que el proyecto obtenga el eco necesario, el colegio farmacéutico ha elaborado material informativo en base a un cartel y unas pegatinas enfocadas en identificar cada medicamento y cada paciente; además de recordar cuál es la dosis que tiene pautada. Asimismo, estas pegatinas se colocarán en el envase del fármaco.

Por otro lado, desde el colegio también han buscado la implicación del personal pediatra de la OSI Araba. "Tanto las farmacias como los centros sanitarios, pueden ser lugares para reforzar la educación sanitaria en el buen uso de los medicamentos", ha señalado el farmacéutico de atención primaria de OSI Araba, Javier Martínez.

Por último, cabe destacar que la campaña alberga un objetivo final: que se convierta en una práctica habitual dentro de la sociedad alavesa.