Los bolsillos de los gasteiztarras no sufrirán el año que viene un incremento a la hora de pagar los recibos de las precios públicos, tasas e impuestos. El importe de tributos como el de Bienes Inmuebles, Plusvalía, circulación, la tasa de basuras, los talones de la OTA, los cursos de actividades deportivas y culturales en los centros cívicos o el carné de abonado a las instalaciones municipales se mantendrá congelado con la aprobación inicial del proyecto de ordenanzas fiscales del equipo de gobierno (PNV-PSE).

La incertidumbre en todas las facetas con la que se atisba el cada vez más cercano y tenebroso 2023 ha llevado al gabinete Urtaran a plantear una “propuesta, seria y equilibrada con la congelación de impuestos, tasas y precios públicos para el año que viene”, defendió el máximo responsable de Hacienda, Iñaki Gurtubai, en el inicio de la densa comisión de este jueves. Con ese punto de partida, el resto de grupos de la oposición fueron exponiendo sus planteamientos antes de someter a debate y votación la batería de enmiendas presentadas y que únicamente aportan un par de novedades a las futuras ordenanzas fiscales.

Desde EH Bildu recriminó Rocío Vitero el “margen de mejora” que sus 45 enmiendas aportaban al proyecto para avanzar hacia una “fiscalidad progresiva y hacer que quien más tenga, más pague en beneficio de ese bien común”, remarcó la soberanista. Reprochó también al equipo de gobierno la falta de avance en materia de fiscalidad durante estos tres años y no haber celebrado para este debate “ni una reunión negociadora ni para aparentar tan siquiera. No levantan un teléfono para intentar negociar con nadie”, cerró Vitero su turno de palabra.

Una línea similar planteó el portavoz de Elkarrekin Gasteiz su posicionamiento. Compartió con el gabinete Urtaran esa decisión de congelar todos los precios, aunque apuntó cómo esta crisis derivada de la invasión rusa de Ucrania “no golpea a todos por igual”, explicó. Ante esta situación, Elkarrekin abogó por la “equidad fiscal y que quien más tenga, más pague”, deseó Fernández. Apuntó también a la falta de interés del gabinete Urtaran por “no haber querido llegar a un gran pacto fiscal y avanzar hacia esa fiscalidad justa y equitativa”, censuró Fernández.

Desde el Partido Popular fue Leticia Comerón la que defendió la postura de los conservadores de “rebajar un 10% los impuestos” para el año que viene, lo que generaría un flujo de diez millones de euros para destinar a acciones que mejores el bienestar de los gasteiztarras. Sustentó este planteamiento recordando cómo “las administraciones públicas en medio de esta crisis están recaudando más , como sucedió el pasado año con el Fofel y también la buena previsión que hay para 2023”.

Salió al paso Gurtubai de las críticas del PP al tildar de “propuesta no viable” su planteamiento y recordando cómo “donde no gobierna el PP piden una bajada de impuestos y en los lugares que sí lo hace, plantean la congelación o una bajada del 1%”, espetó el concejal de Hacienda. 

El socio de gobierno de los jeltzales respaldó la propuesta de no incrementar los precios de impuestos y tasas, al tiempo que también es preciso “garantizar los recursos suficientes a este Ayuntamiento para seguir manteniendo su actividad y permitir el funcionamiento”, concretó la socialista Marian Gutiérrez. 

Nuevas bonificaciones El listado de las ordenanzas fiscales para 2023 superó la sesión de la comisión de Hacienda con la incorporación de dos nuevas bonificaciones que afectan al Impuesto sobre Instalaciones Construcciones y Obras (ICIO). Se bonificará con el 95% la instalación para autoconsumo de sistemas para el aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía solar para autoconsumo, según refleja la enmienda del equipo de gobierno (PNV-PSE) apoyada por EH Bildu y Elkarrekin. También salió adelante la aportación de Elkarrekin que eleva la bonificación del 32% al 50% por nueva construcción de viviendas de protección oficial y apoyada por PNV, PSE y EH Bildu. 

Bizum, MiPago o Wallet

La enmienda de Elkarrekin de incorporar nuevos medios de pago como Bizum, MiPago o Wallet, salió adelante aunque todo está a expensas de resolver los problemas de compatibilidad de la pasarela de pagos del Gobierno Vasco con la que dispone el Ayuntamiento.