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Es Mendizorroza la casa de referencia del Festival de Jazz y tal vez por ello, hay a quien le da la impresión de que el certamen no empieza hasta que las cosas en el polideportivo no se ponen en marcha. Este miércoles, sus paredes se volvieron a llenar de sonidos, aunque en esta ocasión, la invitación al público de la capital alavesa fue un poco diferente. No se produjo una de las dobles sesiones habituales. Charles Mingus fue el gran y único protagonista, reinando a lo largo y ancho del espacio con ese disco referencial que es Epitaph. Por cierto, antes de comenzar todo, se quiso recordar con un bonito gesto la figura del desaparecido Xabier Añúa.
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Es Mendizorroza la casa de referencia del Festival de Jazz y tal vez por ello, hay a quien le da la impresión de que el certamen no empieza hasta que las cosas en el polideportivo no se ponen en marcha. Este miércoles, sus paredes se volvieron a llenar de sonidos, aunque en esta ocasión, la invitación al público de la capital alavesa fue un poco diferente. No se produjo una de las dobles sesiones habituales. Charles Mingus fue el gran y único protagonista, reinando a lo largo y ancho del espacio con ese disco referencial que es Epitaph. Por cierto, antes de comenzar todo, se quiso recordar con un bonito gesto la figura del desaparecido Xabier Añúa.
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Es Mendizorroza la casa de referencia del Festival de Jazz y tal vez por ello, hay a quien le da la impresión de que el certamen no empieza hasta que las cosas en el polideportivo no se ponen en marcha. Este miércoles, sus paredes se volvieron a llenar de sonidos, aunque en esta ocasión, la invitación al público de la capital alavesa fue un poco diferente. No se produjo una de las dobles sesiones habituales. Charles Mingus fue el gran y único protagonista, reinando a lo largo y ancho del espacio con ese disco referencial que es Epitaph. Por cierto, antes de comenzar todo, se quiso recordar con un bonito gesto la figura del desaparecido Xabier Añúa.
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Es Mendizorroza la casa de referencia del Festival de Jazz y tal vez por ello, hay a quien le da la impresión de que el certamen no empieza hasta que las cosas en el polideportivo no se ponen en marcha. Este miércoles, sus paredes se volvieron a llenar de sonidos, aunque en esta ocasión, la invitación al público de la capital alavesa fue un poco diferente. No se produjo una de las dobles sesiones habituales. Charles Mingus fue el gran y único protagonista, reinando a lo largo y ancho del espacio con ese disco referencial que es Epitaph. Por cierto, antes de comenzar todo, se quiso recordar con un bonito gesto la figura del desaparecido Xabier Añúa.
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