A través de los maullidos de la asociación sin ánimo de lucro El salón de mi casa, Marta Rodríguez y sus compañeras luchan por el bienestar y la defensa de los gatitos en un espacio acondicionado para la relajación y diversión entre ellos y sus clientes
En imágenes: El local en el que es posible tomar café rodeados de gatitos
Oskar González
A través de los maullidos de la asociación sin ánimo de lucro El salón de mi casa, Marta Rodríguez y sus compañeras luchan por el bienestar y la defensa de los gatitos en un espacio acondicionado para la relajación y diversión entre ellos y sus clientes
En imágenes: El local en el que es posible tomar café rodeados de gatitos
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