El sector de las energías renovables representa el 8,5% del PIB total de Navarra y genera un volumen de negocio en 2020 de más de 3.200 millones de euros. Los puestos de trabajo directos e indirectos relacionados con las energías renovables suponen más de 10.700 en la Comunidad Foral. Se trata mayoritariamente de empleo de alta cualificación, ya que el 68% de los perfiles requeridos es de titulados universitarios. A destacar el tejido empresarial con fuerte presencia de PYMEs, pues el 60% son pequeñas empresas con menos de 50 empleados, y con actividad centrada en la energía eólica, aunque de forma compartida con cierta actividad en solar fotovoltaica ya en bastantes empresas, tal y como señala Ana Goyen, Presidenta de Enercluster, el Clúster de Energías Renovables de Navarra.
“El 81% de las entidades tienen su sede social en Navarra, siendo el 74%, además, de capital mayoritariamente navarro, algo a mantener, pues es clave disponer de esa autonomía en la gestión de las empresas. Y además, merece la pena también resaltar nuestro carácter exportador, especialmente en las actividades de eólica, dirigiéndose a mercados internacionales cerca del 80% de la cifra de negocios de energías renovables de Navarra”, añade.
Desde Enercluster cuentan con un Plan Estratégico como hoja de ruta, ¿cuáles son los ejes de actuación en los que creen que es necesario trabajar en los próximos años?
-Enercluster, como asociación de empresas del sector energético renovable de Navarra, tiene como fin último conseguir, a través de la colaboración, mejorar la competitividad y generar valor en el sector para contribuir al bienestar social de nuestra región. Bajo esta premisa general, en nuestro plan estratégico 2022-2025 nos marcamos las líneas generales y los objetivos de los próximos años. Lo vertebramos en torno a tres objetivos fundamentales. El primero de ellos es consolidar la cooperación entre nuestros asociados, así como la defensa de la cadena de valor local. En segundo lugar, influir, tanto a nivel institucional como en la sociedad, siendo la voz reconocible de las renovables en Navarra. Y en tercer lugar, crecer en número de asociados y en cobertura de tecnologías renovables.
Ya hemos dado pasos importantes en el plan, como haber transformado un clúster que nació exclusivamente eólico en uno que abarca al conjunto de energías renovables con participación activa de compañías enfocadas en la generación solar y en el almacenamiento, por ejemplo. Esto se ha visto reflejado en el número de asociados, que ya llega a 76, y la reciente adhesión de Enercluster a la Asociación Española de Baterías y Almacenamiento energético (AEPIBAL) y a la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) que, junto con la presencia ya consolidada en la Asociación Empresarial Eólica (AEE), nos permite tener voz en foros nacionales de primer nivel pertenecientes a las principales tecnologías renovables.
¿Cómo valora el proceso de transición energética iniciado en los últimos años?
-Sin duda, la transición energética es un proceso sin marcha atrás pero que necesitamos realizar más rápido. Estamos asistiendo, en especial en los últimos doce meses, a una paradoja en dicha transición: los objetivos de renovables y de reducción de emisiones son cada vez más ambiciosos, con la reciente actualización de los de la Unión Europea hasta el 45% de la energía final, o con la publicación del nuevo PNIEC en España, mientras que el sector renovable en Europa está sufriendo problemas de rentabilidad y competitividad, que hacen peligrar nuestro liderazgo en este ámbito, y, de nuevo, una vez más en la historia, nuestra independencia en materia energética.
Desde Enercluster apoyamos estos objetivos ambiciosos, pero asistimos con preocupación al debilitamiento de la cadena de suministro, que es imprescindible para hacer realidad todos los planes de futuro. Ya se han lanzado desde la Unión Europea medidas para intentar reforzar la industria como el Net-Zero Industry Act, pero necesitamos mayor rapidez y concreción en las medidas de apoyo si queremos tener una industria fuerte y sana que permita cumplir con los objetivos sin depender de terceros países y generando el valor añadido requerido en local.
¿En qué posición se encuentra Navarra en esta carrera hacia las renovables?
-En Navarra tenemos la suerte de tener uno de los ecosistemas de la industria renovable más potentes de Europa. Fuimos pioneros y líderes en industria eólica con empresas como Gamesa, Acciona, Ingeteam o Enhol y, actualmente, además de mantener el protagonismo en el sector eólico, estamos posicionándonos muy bien en nuevos sectores, como la economía circular, con empresas como BeePlanet, Renercycle o EnergyLoop. De hecho, las tres citadas han anunciado recientemente planes para abrir presencia industrial en nuestra comunidad. También en el hidrógeno verde se está avanzando, con Nordex y Acciona anunciando planes muy ambiciosos de fabricación de electrolizadores y generación de hidrógeno verde respectivamente.
En Enercluster somos optimistas de cara al futuro porque la industria renovable navarra ha demostrado que sabe adaptarse y aprovechar las nuevas oportunidades, pero debemos tener claro que habrá que trabajar muy duro y colaborar entre todos -industria, instituciones, sociedad- para no perder nuestra situación de privilegio. Estamos asistiendo a un momento muy complicado de algunas compañías renovables y, ahora más que nunca, hay que apoyar la industria local.
A finales de octubre, Enercluster organizará la III edición del Congreso Internacional de la Industria para la Transición Energética, ¿cuáles son sus expectativas en torno a este encuentro?
-El Congreso de la Industria de Transición Energética (CITE) es un evento internacional que organizamos desde Enercluster cada dos años en Pamplona y donde asisten algunos de los actores más relevantes del sector para debatir sobre algunos de los temas de actualidad. Este año, el congreso tendrá lugar el miércoles 25 de octubre en Baluarte, y tiene como objetivo ser punto de encuentro para compartir ideas, establecer contactos y entender mejor el presente y futuro de la industria renovable.
En la cita se pondrá el foco en cuatro áreas: la energía eólica, la solar, el hidrógeno verde y el almacenamiento de energía. Este año contamos con ponentes de primer nivel y es, sin duda, una oportunidad única para reforzar el posicionamiento de Navarra como hub de la industria renovable en Europa.
¿Cuáles son las ventajas y las dificultades que presenta nuestro tejido empresarial ligado al sector energético?
-Además de ser una región pionera en industria renovable, una de las mayores ventajas competitivas de Navarra es su ecosistema del conocimiento. Disponer de universidades de primer nivel, centros de investigación y de formación y la sede tecnológica de grandes empresas nos permite ser capaces de competir en la guerra por el talento. Hay escasez de perfiles especializados y cada vez la demanda es mayor, así que debemos cuidar y empujar este ecosistema del conocimiento para seguir disponiendo de las personas que dinamicen y hagan crecer al sector.
En cuanto a las dificultades, el precio de la electricidad es uno de los problemas generales para la industria, no solo en Navarra, sino a nivel europeo. Y aquí el despliegue de renovables, almacenamiento, hidrógeno verde y capacidad de red es la mejor solución a medio plazo para conseguir tener energía limpia, barata y local.
¿Qué papel juega la innovación?
-La innovación es clave en este sector. La industria renovable es relativamente joven y todavía tiene un ritmo de innovación muy alto. Industrias más maduras como la eólica o la solar siguen innovando para ser capaces de ser más competitivas y tener mayor escalabilidad. Pero a la vez, nuevas tecnologías como las baterías o el hidrógeno verde surgen con muchas compañías buscando innovaciones disruptivas que podrían cambiar el paisaje tecnológico en pocos años. Aquí, de nuevo, es importante reforzar la gran colaboración que ya se da entre empresa privada y entidades de investigación para ser capaces de competir desde Navarra con grandes potencias mundiales que invierten mucho dinero en nuevas tecnologías.
El Plan Energético del Gobierno de Navarra, PEN 2030, refleja las posibilidades que ofrece nuestro territorio. ¿Qué análisis hace de esta propuesta?
-Suelen decir que el movimiento se demuestra andando… De momento, estamos satisfechos de que la elaboración del Plan Energético del Gobierno de Navarra, PEN 2030, haya nacido mediante un proceso participativo, en el que todas las entidades y personas involucradas en el sector hemos tenido la oportunidad de aportar nuestro granito de arena y compartir nuestra perspectiva. Además, el plan aborda todas las líneas de trabajo que entendemos precisas, que son: eficiencia energética y descarbonización; incremento de la generación renovable; fortalecimiento de infraestructuras; descarbonización de la movilidad; e impulso a la generación distribuida.
En definitiva, recoge la reducción del consumo mediante el impulso de la eficiencia, la electrificación del consumo energético y la generación eléctrica a partir de las renovables, con el fortalecimiento de las infraestructuras necesarias para ello. Es un plan global, que aborda todos los puntos que entendemos necesarios. Ahora toca ponerlo en práctica y convertir el plan en realidad y ahí suelen aparecer las dificultades. Será importante, pues, que en la implementación podamos seguir participando todos y colaborando para conseguir el bien común.
¿Qué oportunidades económicas y de empleo futuras se abren en el horizonte energético en Navarra?
-Tanto Navarra en su PEN 2030, como a nivel estatal con el PNIEC, y a nivel europeo con el RED III, la apuesta por las renovables es clara. Desde Navarra debemos trabajar para aprovechar esta apuesta y ampliar nuestra posición de hub industrial renovable.
Ya estamos viendo que nuestra industria está moviéndose para liderar nuevos sectores, como el de economía circular o el del hidrógeno verde. En esta línea, ya se han anunciado proyectos, como el impulsado por Iberdrola (EnergyLOOP), con planta proyectada en Cortes; o el de BeePlanet, con su proyecto de reciclaje de baterías en Caparroso; o RenerCycle, con su proyecto de desmantelamiento de parques eólicos, reparación y reacondicionamiento de componentes y reciclaje de materiales.
En cuanto al hidrógeno verde, destacar la fábrica de electrolizadores que Nordex ha anunciado en Barasoain, así como la planta de Acciona Plug en Sangüesa, que estará operativa en diciembre de 2024 y generará 3.880 toneladas de H2 verde al año. Todo lo anterior, unido al sector eólico, que debemos apoyar para que crezca y se refuerce, además de la actividad que la instalación de los proyectos renovables ya aprobados en Navarra generará, hace que las renovables se perfilen como un motor del empleo sostenible y de calidad en Navarra.