El verano es una época de gastos: viajes, ropa, comidas y cenas fuera, festivales... Esto, evidentemente, supone un gran desembolso económico que, a veces, lleva a los consumidores a recurrir a las tarjetas de crédito revolving, que permiten pagar las compras a plazos. Y puede ser una buena opción para quienes necesitan hacer un gasto importante y no tienen el dinero ahorrado, pero es importante ser conscientes de los riesgos que conllevan. El principal, que tienen unos intereses muy elevados.

Según la OCU, el interés medio ronda el 18,5% y puede incluso superar el 23%. “Por eso siempre es recomendable conocer la TAE que aplicará la entidad con la opción ‘revolving’, que en el mejor de los casos será de un 6%”, asegura la organización de consumidores. De hecho, los expertos en la materia hacen varias recomendaciones. En primer lugar, aplazar solo compras concretas y no usar la tarjeta ‘revolving’ para gastos que no puedan permitirse. Hay que tener en cuenta que si no se pagan a tiempo los plazos, se puede acabar pagando mucho más dinero del que se gastó originalmente. Es más, si no se utilizan con cuidado, pueden llevar a los consumidores a endeudarse rápidamente.

“La mayoría de las tarjetas permiten pagar a plazos solo algunas compras, lo que le permitirá seguir pagando el resto de las compras a final de mes sin intereses. De hecho, para compras de menos de 1.000 euros, algunas entidades permiten retrasar el pago hasta tres meses sin intereses”, explica la OCU. Y, si el gasto que se quiere pagar a plazos es elevado, la organización recomienda anticiparse y contratar antes de salir un préstamo personal: los hay en torno al 7% TAE, a devolver en plazos más amplios, aunque la concesión del producto está condicionado al nivel de solvencia del cliente. “En cualquier caso, no está de más preguntar primero en el propio banco por condiciones similares”, apunta. “Lo que nunca debe hacerse es recurrir a los microcréditos, algunos de los cuales tienen intereses superiores al 3.000%”, zanja.

Límite a los intereses

La OCU ha aprovechado también para pedir, una vez más, al Gobierno español que fije unos tipos de interés máximos, sin esperar a la transposición de la nueva Directiva 2023/2225, que obliga a introducir medidas para prevenir eficazmente los abusos y garantizar que no se puedan imponer al consumidor tipos deudores, tasas anuales equivalentes o costes totales de crédito excesivamente altos. De hecho, según recuerda la organización de consumidores, Francia, Italia y Portugal ya tienen regulados por ley desde hace años unos límites máximos a los tipos de interés aplicables a los consumidores.

Pero además de alertar de las consecuencias negativas de las tarjetas revolving y exigir al Gobierno una regulación, la OCU ofrece información interesante que puede ser útil a quien esté pensando en solicitar dinero o quiera aplazar el pago de las compras. Por ejemplo, si no se necesitan más de 1.000 euros y el cliente puede devolverlos en tres meses, existen tarjetas con un 0% TAE, como la Wizink Click, sin vinculación. Otra opción, la tarjeta Bankintercard Fracciona, también sin vinculación y sin intereses para fraccionar compras de hasta 500 euros a un máximo de 13 meses.

Para importes superiores hay préstamos con una TAE por debajo del 5% a devolver en plazos más amplios, como el ofrecido por Bankintercard online o el de Openbank, también online. Y no hace falta ser cliente, aunque la concesión del producto está condicionado al nivel de solvencia del cliente. “En cualquier caso, no está de más preguntar primero en el propio banco por condiciones similares”, reitera. Asimismo, recuerda que hay tiendas que ofrecen condiciones de financiación interesantes y alerta de que otros comercios ofrecen financiación a través de Sequra, que aplica una comisión en cada cuota según el importe a financiar y que hace que en muchos casos la TAE esté por encima del 30%. l