El récord de afiliación a la Seguridad Social que alcanzó Euskadi el mes pasado llega acompañado de un atractivo barniz: un repunte sin precedentes de los contratos indefinidos. Las restricciones al empleo temporal que establece la última reforma laboral se está notando con fuerza este año en el mercado laboral vasco. Entre enero y octubre se han firmado 171.203 contratos fijos en la CAV, lo que supone un 172,07% más que en el mismo periodo de 2021. Es decir, se ha multiplicado el dato por 2,7. 

La contratación temporal continúa siendo la principal herramienta de los empresarios para cubrir sus necesidades de puestos de trabajo. Sin embargo, esa fórmula ha superado históricamente el 90% del total de contratos y el porcentaje baja en estos momentos hasta el 75%. 

De modo que una cuarta parte de los puestos de trabajo que se están creando este año en Euskadi no tiene fecha de caducidad. Todo ello en un contexto de gran dinamismo a pesar de la incertidumbre y la ralentización de la economía. 

Las empresas están contratando personal para atender sus necesidades productivas y lo hacen además sin mirar las supuestas rigideces de los nuevos modelo de contratación. 

Con más trabajadores que nunca en Euskadi, casi 990.000, y cerca del objetivo histórico del millón de cotizantes, la evolución del empleo indefinido refuerza el diagnóstico de buena salud del mercado laboral. 

Por territorios

Aunque la dinámica por territorios es muy similar, Gipuzkoa está por delante con un porcentaje de indefinidos de casi un 27% en el total de contratos firmados este año. Un porcentaje que contrasta con el 21,6% de Araba. El dato de Bizkaia ronda el 25%. 

La comparación de estos números con los del Estado (38%) confirma que la reforma laboral ha tenido más recorrido en otras comunidades. Uno de los motivos principales es que Euskadi resistió mejor el impacto de la pandemia en el ámbito laboral. De modo que sus necesidades de creación de empleo para alcanzar los niveles previos al covid eran menores. Como consecuencia, el crecimiento medio estatal de los contratos indefinidos es mayor, y se multiplican por 3,5% respecto a los valores acumulados hasta octubre de 2021.

A pesar del mayor porcentaje de empleo fijo del mercado laboral guipuzcoano, donde más ha crecido el nuevo empleo indefinido en comparación con el año pasado es en Araba, que triplica sus números. Y en cambio, Gipuzkoa es el territorio en el que menos ha crecido y está por debajo de la media de Euskadi. 

Contratos indefinidos

Araba

El mayor crecimiento. La economía alavesa es la que más contratos indefinidos ha ganado este año. Con 30.312 empleos fijos creados entre enero y octubre, triplica los valores del mismo periodo de 2021, Araba es en cambio el territorio con un menor porcentaje de contratación indefinida (21,6%) 

Bizkaia

En la media. Por su tamaño, Bizkaia es el territorio con mayor contratación, casi la mitad de los que se han suscrito entre enero y octubre. En ese periodo las empresas vizcainas han formalizado casi 84.000 contratos indefinidos, el 49% del total de Euskadi. 

Gipuzkoa

El menor ritmo. A pesar de que es la economía en la que menos ha crecido el empleo indefinido, tiene el mayor porcentaje (27%) sobre el total de contratos. En su caso, con la menor tasa de paro de Euskadi, sus necesidades de contratación son menores. 

Poniendo el foco en las cifras del mes pasado, Servicios concentró el 80% de los contratos -indefinidos y temporales- que se firmaron ese mes en Euskadi. Son ocho puntos más que en el conjunto del Estado, donde la Agricultura tiene más peso, al igual que la Construcción. 

Las diferencias entre tejidos productivos se reflejan a su vez en el dinamismo de contratación en la industria vasca, que concentra casi el 14% del empleo que se genera, cuatro puntos más que la media de España. 

También hay diferencias en Euskadi respecto al conjunto del Estado en la utilización del contrato fijo discontinuo, que tras un arranque del año intenso en ese capítulo se ha ido moderando en el caso vasco. 

Más allá de los datos, el mercado laboral vasco encara este tramo final del año con gran fortaleza. El nocivo cóctel que mezclan la guerra de Ucrania, la subida de los precios, la crisis de la energía y la dinámica de subida de tipos de interés del Banco Central Europeo no ha frenado el ritmo de contratación. De momento, el PIB es el único que da muestras de debilidad y aún así las previsiones, rebajadas hace unas semanas, del Gobierno vasco apuntan a un crecimiento anual superior al 4%. 

Las estimaciones oficiales para 2023 señalan un avance de la economía del 2,3%, por encima del crecimiento potencial de la economía vasca (1,8%). De cumplirse esas expectativas las empresas vascas seguirán contratando personal también el próximo año. 

A corto plazo, noviembre y diciembre son tradicionalmente meses de gran actividad en el mercado laboral. La campaña de Navidad es un resorte del empleo que nunca falla. De modo, que todo apunta a que diciembre se cerrará con la economía vasca por encima del millón de afiliados a la Seguridad Social. Un objetivo que se truncó con la crisis financiera de 2008.