El último y desesperado intento por lograr consensuar las condiciones de la aplicación de un ERTE en la planta de Mercedes-Benz en Vitoria no han servido para llevar a buen puerto y hacer confluir los intereses de dirección y comité de empresa.

Tras una moratoria excepcional y el periodo de reflexión abierto tras el desencuentro del pasado jueves, este mediodía se han vuelto a juntar ambas partes en la mesa de negociación y en poco menos de una hora han vuelto a levantarse sin acordar una compensación salarial por parte de la empresa durante los 30 días de ERTE que puede aplicar la dirección hasta el próximo mes de junio.

Se ha repetido la fotografía de hace cuatro días cuando no se ha logrado la unidad mayoritaria de los sindicatos y lograr que, al menos, cinco de los siete sindicatos que componen el comité de empresa o el 55% del mismo respaldarán la última propuesta de la empresa.

Ese planteamiento pasaba por compensar un 80% del salario, como en el último ERTE aplicado en la segunda mitad de 2022, y a los mayores de 55 años les ofrecía hasta tres opciones diferentes.

Únicamente CCOO, UGT, Ekintza y Plataforma Independiente Mercedes (PIM), con los que ya se articula una mayoría sindical por encima del 51%, secundaban esta oferta. Para tratar de darle una mayor representatividad y para elevar ese respaldo hasta el 55% de los integrantes del comité, el sindicato UGT se descolgó exigiendo incorporar a algún representante de ESK, LAB o ELA con el que llegar a ese 55%.

Tras esa reflexión y pasadas cuatro jornadas las posiciones se han mantenido inamovibles y también finalmente UGT se ha sumado a ese rechazo de aceptar las condiciones del ERTE.

De esta manera, los 4.669 operarios a los que afectará la regulación temporal no van a percibir ningún tipo de compensación salarial por parte de la empresa.