- El plan de ayudas a pymes impulsado el año pasado por el Gobierno vasco impulsó más de 8.000 proyectos que sumaron una inversión total de 2.059 millones de euros, a partir de unas ayudas públicas de 511 millones, lo que supone que las empresas multiplicaron por cuatro las subvenciones recibidas.
“A pesar de las incertidumbres, podemos concluir que la pyme en Euskadi ha mostrado un elevado dinamismo en el conjunto de los programas, muy especialmente en programas de desarrollo industrial y transformación digital”, señaló ayer la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, durante la presentación de los resultados junto al director general del Grupo SPRI, Aitor Urzelai.
“Además, hemos detectado que la apuesta por la I+D+I sigue siendo firme en Euskadi y que todos los programas vinculados a la descarbonización, la eficiencia energética y la economía circular también han suscitado interés”, añadió. Y, a pesar de las limitaciones impuestas a la movilidad internacional como consecuencia de la pandemia, “también se da la circunstancias de que las empresas vascas han realizado una labor de diseño de proyectos internacionales que ha sido superior a ediciones precedentes”.
Debido a esta actividad de las pymes, los programas de ayudas, que sumaban inicialmente 430 millones, se han ampliado a lo largo del año hasta los 511 millones, una cifra superior a la de 2019, el año previo a la pandemia.
El principal programa de ayudas, el dedicado a la tecnología, el más importante por su transformación del tejido productivo, ha aumentado su presupuesto previsto de 210 a 225 millones. Pero sobre todo ha sido el segundo en importancia, el programa de apoyo a la inversión para el desarrollo industrial, el que mayor dinamismo ha mostrado, lo que ha llevado a ampliar el presupuesto de 59 a 100 millones.
El tercer programa en cuantía, el de la descarbonización en la industria, también ha subido su presupuesto, de 70 a 72 millones, porque crecen los proyectos ligados a la eficiencia energética, las energías renovables y la economía circular.
En el ámbito humano, las subvenciones han ayudado a contratar a 74 personas altamente cualificadas y a formar a 17.614 profesionales en habilidades digitales. Además, se han concedido 620 becas de internacionalización. De cara a este año, el Gobierno Vasco ultima el nuevo plan de apoyo a las pymes, en el que, además del dinero propio, se espera contar “por fin” con los fondos europeos. Cabe señalar que en 2021 Euskadi recibió 13 millones de los fondos europeos Next Generation para un programa de economía circular que todavía se encuentra en fase de valoración y sin resolver, motivo por el que estos recursos no han sido considerados en el balance del plan de 2021.
Sobre la economía vasca. La consejera admitió que una posible guerra en Ucrania tendría un impacto directo sobre la economía vasca. “Las exportaciones se verían afectadas, y también las plantas productivas en Rusia y en Ucrania”, subrayó. “El impacto sería de forma directa, como puede ser para cualquier otro lugar, pero también para Euskadi”, añadió. Por otra parte, se elevarían los precios de la energía, “que siguen estando muy altos”, recordó Tapia. Actualmente, el 40% del gas que consume Europa es ruso, y aunque no llega a Euskadi -el gas que consumimos procede de Argelia-, “si se cierra el suministro por parte rusa, el precio del gas subiría para todos, al haber menos gas y los mismos consumidores”.