- La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se comprometió ayer a “asegurar el correcto desarrollo” del decreto que recortará los beneficios de las eléctricas y que supone una amenaza para la industria. Sidenor ha anunciado esta semana paros parciales para limitar el impacto de la medida en sus costes y su caso tuvo eco en el debate para la aprobación de la iniciativa, que será finalmente “modulada”.
El controvertido decreto salió adelante con los votos del Gobierno central y apoyos externos. En concreto, apoyaron el cortafuegos para evitar la escalada de la factura de la electricidad Esquerra Republicana, EH-Bildu, CUP, Más País-Equo, BNG, Teruel Existe, PRC, Compromís y Nueva Canarias. Estas formaciones sumaron 182 votos, frente a los 152 diputados que votaron en contra -PP, Vox, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias. El PNV, Junts y PDeCat se abstuvieron.
Durante su defensa del texto la ministra Ribera admitió que es necesario revisar el capítulo de la recuperación de los beneficios extraordinarios por CO2 de las empresas para limitar su impacto en la industria. El gesto, que habrá que concretar, tuvo como respuesta la abstención del grupo vasco.
En su intervención, la diputada del PNV Idoia Sagastizabal pidió a la ministra que dialogue con las empresas afectadas en el proceso de “modulación o corrección” del decreto. Los jeltzales entienden que las medidas serán beneficiosas para los hogares, pero estiman que también “hay que proteger a la industria”. De forma que su abstención viene a ser un voto de confianza a la espera de que el Gobierno español afine su planteamiento y minimice el impacto en la industrial.
La clave del nuevo escenario es que el Estado abre la puerta a no aplicarlo al suministro de energía a la industria para que pague su recibo de la luz “a precio razonable”. La vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera Ribera, recalcó el carácter temporal de la mayoría de medidas incluidas -el recorte de los beneficios extraordinarios tiene fecha de caducidad: 31 de marzo- y aseguró que el objetivo es no aplicar este recorte a las eléctricas que garanticen precios estables a las empresas electrointensivas, al margen de los vaivenes del precio del gas.
En otras palabras, el Gobierno central establecerá “medidas adicionales” para incentivar los contratos bilaterales para los consumidores industriales y también “reforzar la posición” de aquellos consumidores vulnerables acogidos al bono social.
El tratamiento a las fábricas, que estaban en medio de los intereses del Ejecutivo de PSOE y Podemos y el de las eléctricas, era el ángulo muerto del decreto. La presión de los últimos días del Gobierno vasco y el PNV, junto a la de las empresas, han ido en esa línea.
Las reglas de juego cambian. De hecho la ministra Ribera reconoció implícitamente que los últimos movimientos del Ejecutivo español no ha tenido el efecto deseado.
“Las previsiones de septiembre [cuando se aprobó este decreto ley] han quedado desfasadas ya” y por ello hay que “adaptarlas”. ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el Estado? Se verá los próximos días porque no hay mucho margen para revisar el decreto, que establece medidas temporales como la rebaja de los impuestos a la generación de energía y el IVA y también pone fecha de caducidad, el 31 de marzo, al ajuste de los beneficios de las eléctricas.
En ese proceso de revisión de la normativa, el Gobierno español tendrá un incómodo compañero de viaje, el PNV, que velará por que las empresas no se vean afectadas. La diputada jeltzale Idoia Sagastizabal recordó que la economía vive un momento de “fragilidad” por los precios de la luz y la crisis de suministros. Así criticó para justificar la abstención de su grupo parlamentario que el Estado no ha marcado como prioridad incentivar los contratos estables entre empresas y eléctricas.
Ribera mostró ayer su disposición a favorecer esa negociación limitando el recorte de beneficios a las eléctricas. Para ello, el Ministerio pedirá un compromiso para que los productores de energía no trasladen a las empresas los precios derivados del mercado del gas.
“Actitud positiva de Galán”. La ministra Teresa Ribera dijo ayer que en la reunión que mantuvo el miércoles con el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, para tratar de paliar la subida la luz encontró una actitud positiva y que seguirán trabajando. Señaló así que fue una reunión “larga e intensa, donde pusimos de manifiesto los distintos puntos de vista”. Añadió que es bueno e importante que “se busquen soluciones para la industria y la economía” en estos momentos.
“Las previsiones de septiembre han quedado desfasadas y hay que adaptar el decreto”
Ministra de Transición Ecológica