- El Gobierno español escuchará la opinión de las compañías eléctricas para intentar conciliar los intereses de todos los sectores afectados por la escalada del precio de la luz, a la que el Ejecutivo ha intentado poner freno con un reciente plan de choque con medidas fiscales y regulatorias.
Así lo explicó ayer la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Las declaraciones de Rodríguez se producen en plena ronda de reuniones de la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, con los principales directivos de las compañías eléctricas para conocer su opinión sobre las medidas que incluyen dicho plan de choque, una de las cuales afecta directamente a la cuenta de resultados de las compañías al minorar sus ingresos en unos 2.600 millones.
En el marco de esta ronda de contactos, Ribera se entrevistó la pasada semana con el consejero delegado de Endesa, José Bogas, y esta semana está previsto que se reúna con los máximos responsables de Iberdrola y de Naturgy.
Rodríguez explicó que desde el Ministerio de Transición Ecológica se intenta conciliar los intereses de consumidores, familias, industrias y empresas energéticas en el marco de las medidas adoptadas para “racionalizar” el precio de la energía. “Creo que este Gobierno ha demostrado en todo momento capacidad de diálogo”, enfatizó Rodríguez, quien señaló que por supuesto se tendrán “en consideración” las opiniones de las compañías durante la fase de diálogo que se ha abierto con ellas.
Rodríguez incidió en que la subida del precio mayorista de la luz, que se mantiene este martes 12 de octubre en 184,29 euros el megavatio hora (MWh), un precio similar al de este lunes pese a ser un día festivo y con menor demanda, es un asunto que afecta a la vida cotidiana de ciudadanos y empresas.
Y recordó que el Ejecutivo ha adoptado medidas estructurales para cambiar el modelo energético, propiciando un mayor peso a las energías renovables, seguidas de medidas de choque para atajar las subidas y finalmente de un plan específico dirigido a que la inmensa mayoría de las familias haya pagado a finales de este año un recibo similar al de 2018 descontando la inflación.