La Comisión de Trabajo y Empleo del Parlamento Vasco volvió ayer nuevamente sus ojos hacia la delicada situación que atraviesa el sector aeronáutico vasco y, más concretamente, recibió la comparecencia de representantes del comité de Aernnova Aeroestructuras de Álava, que reclamaron al Gobierno Vasco implicación para que la empresa se siente a negociar con el objetivo de que se puedan reincorporar a la planta de Berantevilla los 55 trabajadores que fueron despedidos en el ERE aplicado a comienzos de año.

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) desestimó en abril las demandas de ELA, LAB, LSB-USO y el comité de empresa y declaró “ajustado a derecho” el ERE en Aernnova Aeroestructuras Álava, de Berantevilla, que supuso el despido de 55 trabajadores -en un proceso que incluyó 27 prejubilaciones-, considerando que este despido colectivo era una medida “racional y proporcional” a la situación de la empresa.

El presidente del comité, Juan Carlos Gómez, fue ayer taxativo ante la comisión parlamentaria, denunciando que este ERE “es un fraude”, al entender que con la pandemia la empresa “vio la excusa perfecta para seguir ajustando plantilla” ante una situación “absolutamente coyuntural”. “Hace muchos años que la dirección del grupo Aernnova ha decidido reducir sus plantillas en las empresas con sede en Álava, al tiempo que las ampliaba en las ubicadas Castilla-La Mancha y en otros países como México y Brasil”, detalló Gómez subrayando que si en 2013 había 606 trabajadores, actualmente son 364.

En sentido, el presidente del comité denunció que el ERTE de 69 días que se aprobó en marzo en la factoría se ha reducido ya en un 40% para atender el calendario de producción y que previsiblemente volverá a reducirse de cara a noviembre, “quedando la aplicación real de 2021 por debajo del 50% de lo anunciado inicialmente”. “Esto demuestra que habría sido totalmente asumible por la empresa la inclusión en el actual ERTE de los 55 compañeros despedidos traumáticamente, ni siquiera hablamos de los 82; su inclusión daría un ERTE inferior en días al aplicado en marzo y asumido inicialmente por la empresa”, destacó Gómez, quien añadió que “un ERTE inflado era necesario para justificar unos despidos realizados ante una situación coyuntural”. “Despedir no fue algo irremediable, sino una decisión predeterminada”, zanjó.

En este contexto, el comité de la planta de Aernnova en Berantevilla cree que “aún estamos a tiempo de revertir las consecuencias más graves del ERE, pero para ello es imprescindible la implicación del Gobierno Vasco”. Así, la representación de la plantilla volvió a pedir a las instituciones implicación para que la dirección de Aernnova se siente a la mesa de negociación para acordar medidas “que posibiliten el retorno de nuestros compañeros despedidos”.

Previamente a la comparecencia, representantes del comité de Aernnova y de las plantas de PCB-ITP en Barakaldo y Sestao -que también comparecieron en la comisión- se concentraron ante el Parlamento en defensa del empleo en ambas empresas.