- El vivero de empresas de Laboral Kutxa impulsó el año pasado la puesta en marcha de 254 pymes, que han generado 504 puestos de trabajo. Gaztenpresa mantuvo en 2020 su actividad a pesar del impacto del covid en la economía, lo que añadió dificultades al emprendizaje. Los números fueron inferiores a los de otros cursos, pero la Fundación de la cooperativa de crédito tuvo una intensa actividad y además destinó parte de sus recursos a un programa de rescate de compañías en problemas.
Según explicó ayer el presidente de la entidad, Ibon Urgoiti, en la presentación del balance, 2020 fue un año “duro y extraño”, que tenía que haber sido de celebración para la entidad al cumplir su 25 aniversario. Durante ese cuarto de siglo Gaztenpresa ha apoyado la creación de casi 6.000 empresas y 10.800 empleos. Urgoiti destacó la adaptación de la actividad de Gaztenpresa al “clima económico y social de extrema gravedad” que marcó el pasado ejercicio. La vicelehendakari y consejera de Trabajo, Idoia Mendia, estuvo presente en el acto.
La consejera recordó que el impulso del emprendimiento es uno de los ejes de su Departamento. Según los datos que expuso, relativos a 2019 y que con seguridad bajaron el año pasado, la tasa de emprendimiento vasca es del 4,7%, inferior a la media estatal y la mitad de la media europea (9,6%). Se echa por tierra así la idea de que “Euskadi es tierra de emprendedores”.
Por ello, el Gobierno Vasco ha reservado una partida de 70 millones de euros para diversas iniciativas orientadas de dinamizar y facilitar la creación de empresas. La vicelehendakari apeló al “emprendimiento colectivo” para retener y atraer el talento”.
Según los datos aportados desde Gaztenpresa, la mayoría de los negocios que la entidad impulsó el pasado año se orientaron al sector servicios (75%) y al comercio (20%). El 20% fueron cooperativas. El perfil del emprendedor fue una persona de una edad media de 39 años y en situación de desempleo (97%). La mayoría de las personas que acudieron a la fundación en 2020 fueron hombres (58%) que carecían de titulación universitaria (84%).
Los responsables de la entidad detacaron el esfuerzo de adaptación que tuvieron que realizar en un año atípico por la covid-19, en el que las solicitudes recibidas por la fundación para crear nuevos proyectos registraron un notable descenso y se situaron en un 64% de las registradas en 2019.
La directora de la entidad, Inma Ramos, señaló que la fundación relegó a un segundo plano la creación de nuevas empresas para volcarse en apoyar a las empresas ya creadas. La fundación diseñó un programa bajo la denominación Reinventarse para seguir con el fin de salvar a las pequeñas empresas de la crisis de la covid-19. La entidad cuadriplicó la financiación concedida a proyectos en fase de consolidación. Respecto a 2019 el número de formalizaciones de préstamos pasó de 117 a 407 y el importe concedido se elevó de 4,2 millones de euros a 10,9 millones.