- El 82% de empresarios de Euskadi espera alcanzar la recuperación económica total antes de un año después de la crisis del coronavirus. La percepción de recuperación en la CAV es 2,2 puntos porcentuales más optimista que la del conjunto del Estado, según un estudio de Randstad. La agencia de colocación ha llevado a cabo un estudio sobre la situación empresarial tras la pandemia y las previsiones de recuperación económica y laboral en España. El informe ha contado con la participación de más de 11.000 empresas de todo el Estado español.

En el caso de Euskadi, Randstad destaca que el 82,2% de los empresarios confía en que la recuperación total, es decir, el regreso a niveles de actividad anteriores al estallido de la pandemia de covid-19, se alcance antes del segundo semestre de 2021, una percepción dos puntos superior a la de la media del Estado, donde son tan optimistas el 80% de empresarios consultados.

En concreto, el 38,2% de los empresarios vascos confían en que sus negocios se recuperen durante este presente ejercicio 2020, mientras que el 29,8% espera que lo puedan hacer durante el primer semestre del próximo año. Además, en Euskadi, el 14,2% de los encuestados asegura que el volumen de ventas de su empresa no se ha resentido notablemente durante esta crisis.

Por otra parte, con una predicción menos halagüeña respecto a la evolución de la economía se encuentra otro pequeño porcentaje. En concreto, el 0,7% del empresariado de Euskadi espera que la situación no mejore hasta pasado el segundo semestre de 2021, lo que supondría casi dos años para completar la recuperación. Incluso, un 9,3% de los encuestados de la CAV considera que el volumen productivo no va a recuperar nunca los valores previos a la crisis.

En el conjunto del Estado español, el 80% de los empresarios espera que antes del segundo semestre de 2021 se alcance la recuperación total, es decir, se regrese a los valores de actividad y empleo previos a la crisis sanitaria del covid.

La encuesta de Randstad señala además que el 15,1% de las compañías españolas no se han visto excesivamente golpeadas por la crisis, mientras que un 6,5% considera que la producción jamás va a recuperar los valores previos a la pandemia.

Por otra parte, según la encuesta llevada a cabo por Randstad Research, los empresarios contratarán una media de 3,3 trabajadores temporales para reactivar sus negocios durante la recuperación, lo que servirá para ir regresando poco a poco a los valores de empleo anteriores al inicio de la pandemia.

Por otra parte, la consejera vasca de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, valoró ayer de "terrible" y "triste" la caída de un 39% en la producción industrial en Euskadi en este pasado mes de abril, y afirmó que estos datos llevan al Gobierno Vasco a "estar alerta y seguir trabajando" para mejorar la situación del sector.

En la inauguración en Etxebarria de una planta de producción de mascarillas, Tapia lamentó el fuerte descenso de la producción industrial registrado en abril, y afirmó que estas cifras demuestran que la "industria ha sufrido", pero también lo han hecho las empresas y las personas. La consejera señaló durante la visita que, ante este balance, es preciso trabajar de forma conjunta entre empresas privadas e instituciones en favor de una mejora de la situación económica.

"No nos podemos olvidar de dónde venimos y cuál es nuestra fortaleza en Euskadi, que no es otra que la industria. Tenemos que continuar creciendo, generando empleo y buscando una solución a las personas que peor lo están pasando", dijo la consejera en relación a los malos datos de abril, que rompieron todos los récords en sentido negativo.

En concreto, la producción de las fábricas vascas bajó el 39% en abril, cinco puntos más que el peor dato hasta ahora, que databa de la primavera de 2009, según los datos de Eustat. Euskadi registró así el peor balance mensual para su industria de la historia, con desplomes en todas las grandes ramas como automoción, material ferroviario, aeronáutica, naval, químicas o metalurgia y acero. Solo las actividades industriales vinculadas a los servicios esenciales, como alimentación y otros productos básicos o la energía, pudieron salvar el mes.

La parte positiva es que, pasado el peor mes desde el punto de vista de las medidas de confinamiento, a lo largo del mes de mayo muchas fábricas han ido poco a poco incrementando la producción. Se espera que los próximos meses sigan siendo negativos, pero no tanto como abril. Los incentivos a la compra de coche repercutirán positivamente en toda la cadena de la automoción.